Con fecha de 26/06/2012 se ha presentado en el Registro de Entrada del Ayuntamiento de Yecla las siguientes: "Observaciones y Alegaciones al Documento Propuesta Plan Director Uso y Mantenimiento del Monte Arabí".
La propuesta de ordenanza municipal sobre gestión,
uso público y mantenimiento del Monte Arabí adolece de un prejuicio y una
valoración medioambiental negativa injustificada en relación al ciclismo de
montaña. Así, entre las propuestas genéricas de uso y gestión se establece:
-“La red de caminos principales, secundarios y
senderos existentes solo podrán tener uso peatonal. El uso de bicicleta y
caballo quedará restringido a áreas específicas que serán debidamente
señalizadas, quedando descartado su uso en senderos…”.
Entendemos que esta medida discrimina a todo un
colectivo, tiene carácter prohibitivo y se encuentra muy alejada de normativas reguladoras
ambientalmente justificadas, compartidas y consensuadas por distintos
colectivos de usuarios y público en general, así como de las tendencias y
normativas actuales, en relación al ciclismo de montaña, en otros espacios
naturales de nuestra región (El Valle, Carrascoy, Sierra Espuña, etc.).
A este respecto, la circulación en bicicleta por los
caminos y senderos existentes en el Monte Arabí no se opone ni contraviene a ninguno
de los objetivos generales del Plan
Director, compartidos en su totalidad por el Club BTT Las Liebres Yecla, que,
tal y como constan en el documento propuesta, son:
a. Conservación, difusión y uso
sostenible de los bienes patrimoniales de carácter arqueológico, paleontológico
y etnográfico, en toda su expresión, favoreciendo la accesibilidad a los
mismos.
La circulación de bicicletas de montaña se limita a
caminos y senderos existentes, respetando todos los bienes privados y públicos
en general y el patrimonio arqueológico, paleontológico y etnográfico en
particular. El tránsito en bicicleta contribuye a mantener limpias y despejadas
senderos y caminos, favoreciendo la accesibilidad.
b. Conservación y uso sostenible de
los recursos naturales, en particular de las aguas (subterráneas, superficiales
y subsuperficiales), los suelos (agrícolas y forestales), los bosques, la flora
y fauna silvestres, la vegetación natural y seminatural, los ecosistemas, los
procesos ecológicos esenciales, y los paisajes, tanto naturales como agrarios.
La circulación en bicicleta por los caminos y senderos
existentes no modifica, más allá que la propia existencia de estas vías, la
conservación ni uso de los recursos naturales como aguas, suelos, bosques,
flora y fauna o vegetación existentes en el monte Arabí y su entorno.
c. Conservar y favorecer los ecosistemas
y especies vivas de mayor valor ecológico, incluyendo los tipos de hábitats
naturales de interés comunitario, las especies de flora y fauna silvestre
protegidas, catalogadas, amenazadas, raras o singulares, las formaciones
vegetales climáticas (carrascales) y los enclaves de especial relevancia
botánica (paredes rocosas, barrancos umbrosos, charcas naturales).
La circulación en bicicleta por los caminos y senderos
existentes no es una amenaza para la conservación de los ecosistemas y especies
vivas de ninguna categoría. Los enclaves de especial relevancia quedan alejados
de las zonas de paso y fuera de las posibilidades técnicas y físicas de
cualquier ciclista. En su caso, y si mediante estudios específicos, se
establecen zonas con restricciones, dichas restricciones deberían ser comunes a
todos los colectivos o usuarios, y no limitadas exclusivamente a los ciclistas
de montaña.
d. Alentar los aprovechamientos
agropecuarios tradicionales, manteniendo la capacidad productiva del campo y
garantizando su adecuada integración con la conservación de los recursos
naturales.
La circulación en bicicleta por los caminos y senderos
existentes no modifica en modo alguno los aprovechamientos y usos
agropecuarios.
e. Regular las actividades
recreativas, orientando el uso público hacia fórmulas de impacto reducido y
alentando la valorización del patrimonio natural y cultural como recurso
turístico.
La circulación en bicicleta por los caminos y senderos
existentes es el medio de transporte con menor impacto ambiental en el medio
natural y cultural. No se genera contaminación atmosférica ni en el Arabí, ni
en ningún otro punto de la ciudad o del término municipal, puesto que la única
energía que empleamos es la de nuestros músculos, contribuyendo al acercamiento al medio natural de forma no
contaminante, frente al resto de medios de transporte.
El uso de la bici no genera contaminación acústica.
Los ciclistas somos silenciosos por necesidad, y nuestras máquinas no generan
ruidos ni perturbaciones apreciables.
La circulación en bicicleta por los caminos y senderos
existentes ayuda a definir y mantener dichas vías de tránsito de tal manera que
se facilita y clarifica a otros usuarios, a pie por ejemplo, los lugares por
los que se deben desplazar, fácilmente diferenciables de los trazados “fuera de
pista”; reduciendo la posibilidad de invasiones accidentales de las zonas no
destinadas al tránsito.
La práctica de la bicicleta de montaña por el paraje
del Arabí es un recurso turístico cuyo fomento es uno de los objetivos generales
del plan director.
f. Estimular la generación de
condiciones que favorezcan el desarrollo social y económico del ámbito del
Monte Arabí en particular, y del término municipal de Yecla en general, en el
contexto de los nuevos planteamientos sobre desarrollo sostenible.
El fomento del uso de la bicicleta como medio de ocio
y transporte entra plenamente, más que ningún otro, en los nuevos planteamientos de desarrollo sostenible.
g. Establecer e impulsar la
participación social en la gestión y conservación del Espacio Natural, a través
del mecanismo de Educación y Voluntariado Ambiental y del Voluntariado
Cultural.
En este sentido, desde siempre, los ciclistas
mantenemos un compromiso con la educación ambiental difundiendo y practicando
en nuestras salidas al medio natural prácticas tendentes a la conservación y
mejora del entorno.
h. Favorecer proyectos de
investigación y divulgación científica sobre el patrimonio natural y cultural
del Monte Arabí
La práctica del ciclismo siempre ha tenido una componente
de grupo y de gremio a través de la cual se difunden contenidos y
conocimientos. Aprovechar esta peculiaridad para divulgar las buenas prácticas
de uso está en consonancia con los objetivos del Plan Director.
En cuanto a los objetivos
específicos señalados en el Plan Director (arqueológicos y paleontológicos,
paisaje, flora silvestre y vegetación, fauna, suelo, recursos hídricos, actividades
agrícolas, actividades ganaderas y vías pecuarias, actividades mineras y
extractivas, infraestructuras, aprovechamiento cinegético y uso público),
señalar que el tránsito por caminos y senderos existentes en bicicleta no
dificulta la consecución de ninguno de los mismos. Es más, está plenamente
justificado en algunos de ellos, tales como los referidos a vías pecuarias,
infraestructuras y uso público.
En consecuencia, entendemos que no existe
incompatibilidad alguna entre la práctica del ciclismo de montaña por los senderos
y caminos existentes con los objetivos generales y específicos del Plan, por lo
que la prohibición del uso de la bicicleta en el punto tercero de las
propuestas de uso y gestión es arbitraria y no tiene justificación ni
fundamento alguno. Es más, cuando desde el ayuntamiento debería fomentarse, tanto
en el casco urbano como en todo el término municipal (acceso al Arabí incluido),
la bicicleta como medio de transporte, se pretende excluir (o más bien
prohibir) al ciclista, dando prioridad a otros medios de transporte y discriminando
a los muchos o pocos que nos acercamos al Monte Arabí en bicicleta sin más
objetivo que hacer deporte en contacto con la Naturaleza a la que demostramos
el mayor de los respetos en cada una de nuestras salidas.
Por ello, no compartimos ni entendemos que sin mediar
causa se prohíba el acceso a ciclistas de montaña al Arabí. No tenemos más ni
menos derechos que el resto de usuarios y al igual que no pretendemos un trato
especial, no podemos aceptar una discriminación injustificada.
De la lectura y análisis de anteriores procesos en
materia de regulaciones y normativas de ciclismo de montaña en espacios
naturales de nuestra región o regiones próximas puede extraerse que a las
posturas inicialmente rígidas y prohibitivas por parte de la administración o
entidades de gestión, le han seguido, en los últimos años, posiciones más
razonadas que han derivado en medidas reguladoras consensuadas por los
distintos colectivos implicados. A modo de ejemplo citar:
-El Valle y Carrascoy: “La Comunidad descarta el
cierre de sendas en función de su anchura, como indicó inicialmente, ….La Consejería
estudiará que sendas del parque pueden ser usadas por los ciclistas,…. El
ciclismo es compatible con la conservación, asegura el director general de
patrimonio Natural y Biodiversidad”
-Comunidad Valenciana: “El Gobierno Valenciano está
ultimando un decreto que permitirá circular por las sendas forestales
valencianas,…”
-Sierra de Espadán: “El Ayuntamiento de la Vall d'Uixó ha solicitado la
modificación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de la Serra d'Espadà y del
borrador del Plan de Uso Público (PUP) del mismo Parque Natural para que las
bicicletas de montaña puedan circular por las sendas habilitadas en el paraje”.
(Todo el proceso de elaboración los PUP´S de la Sierra de Espadán queda
congelado y se van a revisar los PUP´S ya vigentes de la Sierra de la Calderona y el Desierto
de las Palmas).
-Sierra de Guadarrama: “Habrá bicicleta de montaña en
la Sierra de
Guadarrama”
-Sierra Espuña: Después de varios años de reuniones,
el director general de Patrimonio Natural y Biodiversidad, Pablo Fernández,
presento en junio de 2010, la
Carta de Ciclismo Responsable en Sierra Espuña (todo un
ejemplo y modelo seguido en otras normativas y regulaciones de otros espacios
naturales de ámbito nacional).
Esto ha posibilitado, incluso, los permisos y
autorizaciones necesarias para la creación de una ruta de ciclismo de montaña, Transespuña,
en el propio parque: “un itinerario circular de 170 km en tres etapas con
salida y llegada en el Berro. El parque regional se suma así al circuito de
grandes rutas eco-turísticas como las de Pirineos”.
La propuesta municipal de gestión, uso público y
mantenimiento del Monte Arabí apuesta por una regulación excesiva y exhaustiva de
las instalaciones del monte. Como ciclistas de montaña de Yecla, el Monte Arabí
es una de nuestras rutas desde hace más de veinte años. Para los que empiezan,
llegar a la falda del monte es todo un hito. Para el experimentado, alcanzar el
vértice geodésico sin echar pie a tierra es un difícil reto. Jamás ha existido
instalación o regulación alguna y nadie puede demostrar que hayamos causado
algún daño apreciable al medio. No hemos hecho sino seguir la huella que otros
abrieron, dejando el leve y breve rastro de nuestras rodadas, que el viento y
la lluvia difuminan en horas.
La bicicleta de montaña mezcla deporte y ocio en el
medio natural. Es un vehículo diseñado para circular por senderos y caminos en
cualquier estado. No debe confundir su aspecto robusto y llamativo. La huella
de sus ruedas no es más ni menos que las de unas botas de montaña. La investigación
europea ha descubierto que mientras las bicis tenían más impactos cuesta
arriba, el senderismo tenía efectos mayores bajando (Woehrstein 1998, 2001). Por
tanto, cabe pensar que, en su conjunto, el impacto es el mismo, con una
diferencia muy significativa, cualquier sendero ciclable se puede realizar a
pie, pero no lo contrario. Esto, sumado a que no todo el mundo posee una
bicicleta, conlleva, necesariamente, a que los usuarios potenciales a pie sean,
lógicamente, más numerosos.
La propuesta municipal de gestión, uso público y
mantenimiento del Monte Arabí apuesta exclusivamente por el uso peatonal de
caminos y senderos autorizados, por lo que considera el senderismo como un uso compatible con la conservación de este espacio
protegido. En este sentido, el ciclismo de montaña debería tener la misma
consideración, dado que solo puede afectar a la vegetación que invade las vías por las que se practica.
El medio natural de las bicis de montaña son las pistas, caminos y senderos,
más o menos despejados, no el campo a través. Por este motivo, y por considerar
a la vegetación que invade las vías como un elemento a retirar, se considera
que el ciclismo de montaña no afecta a la vegetación, ni elimina la cubierta
vegetal (el firme de caminos, pistas y sendas no puede considerarse cubierta
vegetal). La única manera de afectar a la
vegetación es salirse de las vías, circulando campo a través, medio por
el cual no pueden circular las bicicletas de montaña.
Por ello, entendemos que si
existen pasillos practicables al uso público, por los que una bicicleta de montaña puede
progresar, y se considera que haciéndolo se afecta a la cubierta vegetal o
fauna, es porque esos pasillos no son vías y deberían ser eliminados de todo
uso público.
Ante la gravedad de las limitaciones (prohibiciones) que
se proponen tampoco es aceptable que el texto no alcance una mínima concreción.
Se dice que “El uso de bicicleta y caballo quedará restringido a áreas
específicas que serán debidamente señalizadas”. ¿Quién dice por dónde sí y por
dónde no? ¿Y cuándo y en qué momento?. Si se pretenden unas normas reguladoras,
háganse con todas las consecuencias, mediante estudios específicos y con
consenso de los colectivos implicados, no dejando estas decisiones a criterios
arbitrarios.
En este sentido, animamos a la administración
municipal a avanzar, junto con los colectivos y asociaciones implicadas, por el
camino marcado por la Carta
de Ciclismo Responsable en Sierra Espuña (al contenido íntegro del mismo puede accederse mediante un enlace al final de este escrito), todo un modelo y referencia
de ámbito nacional en materia de regulación y compatibilización de ciclismo de
montaña y protección de un espacio natural.
De este modo se conseguiría, por un lado, consensuar
los principios, actitudes y comportamientos para el desarrollo de un clima de
consenso y, por otro lado, la elaboración de un manual de buenas prácticas que
permita la regulación efectiva y específica de la bicicleta de montaña en el
Arabí, sumando los compromisos y cooperación de todos los colectivos implicados
en la consecución de los objetivos generales y específicos del Plan Director y
contribuyendo a respetar y difundir este manifiesto en todos los ámbitos donde
se desarrolla la práctica de la bicicleta, promoviendo su actividad de forma
sostenible.
Otra de las propuestas genéricas de uso y gestión que
nos parece excesivamente restrictiva es la relativa al periodo de apertura al
público recogida en el punto 2:
-“La apertura al público entendemos que debe ser de
seis meses, los comprendidos entre julio y diciembre, por entender que este
periodo de tiempo no afecta al proceso de nidificación y cría de especies. Tan
solo se podrá acceder en los meses que se establecen restricción de visitas al
público, es decir, los comprendidos entre enero y junio, a las instalaciones de
la Casa del
Guarda y las infraestructuras de ocio situadas en su entono, así como también al
área de cantos de la Visera ….”
En este caso, consideramos que se establece, de forma
genérica, un periodo de tiempo excesivamente amplio, superior al habitual en
otros espacios protegidos (del orden de cuatro meses), y extendido arbitrariamente
a prácticamente toda la superficie del Monte Arabí, sin estudios específicos
que permitan establecer criterios de distancia de senderos o caminos a áreas
vulnerables, máxima afluencia de usuarios, horarios de visita, sectorización
del monte, periodos y lugares de nidificación de distintas especies, etc.
Esta medida, tal y como está planteada, será
difícilmente aceptada por los distintos colectivos implicados y de la población
de Yecla en general, requiriendo, para su aplicación efectiva, una campaña
informativa, suficientemente justificada, que conduzca a una verdadera
regulación y sectorización acorde a criterios científicos.
Otro aspecto que no aparece en la actual Propuesta
Plan Director Uso y Mantenimiento del Monte Arabí es el relativo a medidas de
protección frente a incendios. En este sentido, consideramos que el tránsito de
bicicletas por los caminos y senderos existentes en el Arabí ayuda al
mantenimiento de los mismos y puede facilitar, en su caso, la accesibilidad a
distintos puntos del monte de medios y equipos ligeros de lucha contra
incendios, máxime cuando existe una valla de una finca privada, de considerable
longitud, que impide el acceso a un amplio sector del mismo. No estaría de más
recabar la opinión a este respecto de los técnicos de los servicios de
extinción de incendios de nuestra localidad o comunidad autónoma.
Asimismo, manifestar nuestra extrañeza, ante estas propuestas
de estrictas prohibiciones y restricciones, de la ausencia de cualquier
referencia a la retirada de la escalera y barandillas metálicas, de reciente
instalación, existentes en el entorno de los Cantos de la Visera. Estos elementos, antrópicos
y en absoluto integrados con el entorno del Arabí, y no el ciclismo de montaña,
son los que resultan claramente incompatibles con los objetivos generales y
específicos del Plan, facilitando además la afluencia masiva de senderistas al
monte.
Para terminar, solo nos queda pedir al Ayuntamiento
que tenga en cuenta la opinión y los derechos de los cientos de ciclistas que
formamos las asociaciones o clubs de Yecla y no se limite a establecer
prohibiciones por inercia, sin estudios previos, criminalizando a un deporte
lleno de gente que ama la naturaleza y respeta el medio ambiente, volviendo a
reiterar nuestra predisposición a participar en un verdadero proceso de
regulación, aunque recordando que nunca aceptaremos una prohibición total y sin
argumentos serios y contrastados de la circulación de bicicletas por los
caminos y senderos existentes en el Monte Arabí.
Por ello, solicitamos la creación de un consejo
sectorial de medio ambiente, manifestando nuestra voluntad de participación en
el mismo, al objeto de debatir, dar nuestra opinión y consensuar las medias
contenidas en el Plan Director de Uso y Mantenimiento del Monte Arabí con todas
aquellas asociaciones deportivas, culturales o conservacionistas afectadas.
-Documento Propuesta Plan Director Uso y Mantenimiento del Monte Arabí:
-Carta de Ciclismo Responsable en Sierra Espuña:
8 comentarios :
Esperemos que estas palabras no caigan en saco roto y sirvan para que todas las partes interesadas se impliquen en un proceso de reflexión y diálogo del que resulte una regulación sensata y fructífera.
Que razón tienes en todas y cada una de tus palabras,espero que esto llegue a buen puerto y que no nos priven del monte Arabí al que tanto respetamos.
Otra cosa gran trabajo de investigación,esto que has hecho lleva mucho curro.
Gracias por interesarte tanto en beneficio de todos.
DE VERDAD, MUCHÍSIMAS GRACIAS.
El texto lo hemos redactado Juan Ramón y yo. De todas formas, eso es lo de menos. Ahora si que nos espera un proceso largo de reuniones y, si estas no son fructíferas, campañas de recogida de firmas, concentraciones ciclistas, comunicaciones con otros clubs, etc. Hay es donde deberiamos contar con el trabajo y asistencia de todos.
Pues para eso contar conmigo para lo que haga falta.
Con todo lo expuesto esperemos que lo vean de otra manera.
Más vale que en vez de meterse con los ciclistas,que como bien decìs somos respetuosos con el medio ambiente, mirasen la pared de la puerta de la iglesia en el Arabi.Parece una ferreteria
Muchas gracias por el artículo. Espero que el colectivo ciclista luche unido contra esta medida puesto que somos respetuosos con el medio ambiente.
Contad con el colectivo ciclista femenino.
Dolo
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