jueves, 31 de octubre de 2013

Un clásico para terminar octubre..

Un día no habitual de salida nocturna, adelantado por motivo del puente del próximo fin de semana, nos hemos dado cita una docena de liebres nocturnas, para hacer la ruta número 1, la primera, la más clásica... iniciamos la subida por los Montes de Brasil, rápido descenso para afrontar la subida del factor, donde siempre voy mirando mi gps para ver lo  que queda, pues en el Km. 10,6 se acaba la subida, descenso para tomar rumbo al Madroño, desvío a la derecha para girar posteriormente para la Casa del Blandico, las Gateras Viejas, las Gateras Nuevas, hasta la Casa de los Chispos, Casa Marta, Casa Don Lucio, y a buscar el frío camino de Madrid, el termómetro bajó hasta los 3 grados, y con las típicas corrientes de aire frío de esa zona,  algunas manos y piernas notaron que sí, que ya ha llegado el fresco, y menudo fresco señores. La duración de la ruta que últimamente siempre es lo mismo, poco mas de 2 horas y una  media de casi 22 km/h. y a una buena hora  a las 23:35 llegamos al punto de partida. Y ya sabéis, el fresco ha llegado al Altiplano id sacando la ropa de abrigo. Y aquí la foto, como no, tan clásica como la ruta...


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lunes, 28 de octubre de 2013

PRÓXIMA SALIDA TURISMO BTT: SIERRA ESPUÑA 2X1. REVISED EDITION

El próximo viernes 01/11/2013 vamos a realizar una nueva salida de turismo BTT que, a priori, posee todos los ingredientes para convertirse en otra ruta antológica.
En esta ocasión, y a diferencia de la anterior, pedalearemos por El Berro, Prado Mayor y la parte septentrional de Sierra Espuña, ascendiendo, en nuestras bicis, a una de las máximas cotas de la Sierra (Pedro López 1.568 m), para posteriormente visitar los pozos de la nieve de Cartagena y de Murcia.
A esta primera parte le seguirá una sucesión casi ininterrumpida de agradables y cómodas sendas forestales de la sierra, en su mayor parte de bajada y en sentido contrario al realizado en la anterior ocasión. El descenso final por las Mil Curvas nos dejará de nuevo en el Canal del Trasvase.

Todo ello después de una larga y dura jornada de bicicleta en la que habremos recorrido casi 70 km, entre los que se incluyen 28-30 km de senderos, y habremos superado ampliamente los 2.000 m de desnivel acumulado.

Crónica Sierra Espuña 2x1 (febrero 2013):
http://clubbttlasliebresyecla.blogspot.com.es/2013/02/sierra-espuna-2x1.html

Track del recorrido (salvo posibles improvisaciones en ruta): 
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=5522283

Hora de salida: 6:25 - 6:30 h (Salida puntual con vehículos desde antiguos talleres Gering).
Ruta: 69 km y 2.260 m. de desnivel.
Horario ruta (estimado): 8:30-15:30 h.(incluyendo paradas obligadas y fotografías)
Regreso (estimado) a Yecla: 19:00 h
Dificultad física (Alta) y Técnica (Media).
Observaciones: Llevad abundante agua y comida (Fuente en el PK 28). Avisad asistencia.
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domingo, 27 de octubre de 2013

Cantar de Las Liebres en el Pantano de Almansa.

Como las perlas brillaba
El rocío en la calzada
Cuando las liebres de Yecla
En pelotón circulaban

Hacia Alpera y hacia Almansa
Subiendo la carretera
Hasta el kilómetro uno
Formado una rilatera.

Usaban los segadores
Los caminos que ahora vienten
Pasamos la Hoyica del río
Varios cruces se suceden.

A la Fuente del Pinar
Muy muy pronto llegaremos
Y a la Casa del Inglés
Que en verdad se llama Almendros.

Tras los rotos cuestarrones
En el cruce nos reunimos
Alcanza la procesión
La Casa de los Tres Pinos.

Llega la Casa Jódar
Sin pausa pero sin prisa
No están el pastor ni el perro
Que igual se fueron a misa.

Del denso pinar de Almansa
Llegan bonitos tramos
Buscamos setas y todo
Pero ni el rastro lo hallamos.

El grupo ya había mermado
Cruzamos la carretera
Paco, Manolo y Paco
No harían la ruta entera.

Quietos molinos de viento
Nos escoltan y nos guían
Entre la niebla densa
Que hasta un rato no se iría.

Llega tras la vereda
La Casa de las Hoyuelas
Que las patas del ganado
Habían sembrado de piedras.

Divisamos ya el Mugrón
Por encima de la niebla
Desde esas tierras altas
Que parecen una estepa.

Por  Casa Los Capitanes
Cruzamos la carretera
Y el camino empieza ahora
A tomar muchas revueltas.

Hasta que Fran avisa:
- Por aquí ya hemos pasado-
Cuado llega Andrés con Juanmi.
Que se habían retrasado.

Tomamos ya el cruce bueno
Y llega el primer pinchazo
Las liebres, sin almorzar,
Se estaban desesperando.

Y llegamos al la presa
Del más antiguo pantano
Que en el siglo dieciséis
Los manchegos levantaron

Contemplamos admirados
Entre almuerzo, bocado y trago
La sorprendente extensión
Del artificioso lago.

Lo pedía la ocasión
Las liebres no se negaron
Se hizo la formación
Y juntas se retrataron.

Sigue la ruta en paseo
Curioso para estos pagos
Por ser difícil el ver
Ánades, garzas y patos

La Casa Los Valencianos
Marca el final del lago
Justo donde el arroyo
Por un puente es superado

Empezamos el regreso
Por caminos complicados
Que nos hacen jadear
Y echar el pie a tierra a ratos.

Siguiendo el navegador
Salimos del laberinto
Llegamos al Sopaigón
Y os diré que encontramos.

Casamatas de la guerra
En lo alto de un otero
Mudos testigos de un tiempo
Que recordar yo no quiero.

Las horas siguen pasando
Y el cansancio va en aumento
Un alto en la Casa Botas
Para hacer otro recuento.

En la fuente que hay al lado
Ahora nos refrescamos
Que el agua fresca es un lujo
Por estos duros secanos.

Poco a poco y paso a paso
Los Pozuelos alcanzamos
Contemplamos sus encinas
Con más de quinientos años.

Hacemos otra parada
Que tampoco había pensado
Pero hoy las averías
Con Las Liebres se han cebado.

Llega el último esfuerzo
Una vez que reanudamos
Viene ahora una bajada
Casi todos disfrutamos

Y digo casi pues Pepe
Compañero veterano
Ha tenido una caída
Y ha salido volando.

Que no sea nada espero
En seis días te veo
De nuevo pedaleando
Con mejor suerte, deseo.

En la Casa Tobarrillas
Falta gente por llegar
Al rato nos enteramos
Que otro ha vuelto a pinchar.

De manera que el atraso
No nos permite acabar
La ruta planificada
Y tenemos que abreviar.

Y en Los Derramadores
Al pasar por la rotonda
Por la vía de servicio
La salida se prolonga

Llegando por el asfalto
Al punto de la salida
La Fuente de los Leones
De todos tan conocida.

Y como no podía faltar
Una grata recompensa
Todos los que pudimos
Nos reunimos en La Mesa
A bebernos unas jarras
De rubia y fresca cerveza
Broche digno y colofón
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viernes, 25 de octubre de 2013

La traviesa se Caudete..

...que no se nos "atrevesó"... ya que en 2 horas nos la despachamos, una media de 22 km/h, a un ritmo vivo y con un pelotón casi compacto en todo el recorrido salvo en las subidas más pronunciadas, pero siempre el grupo levanta un poco el acelerador y nuevamente se une la locomotora.

Como estaba previsto  salimos dirección al Cuchillo, tras coronar la primera subida, un rápido descenso pasando por la Casa de doña Elena, hasta iniciar el camino de la traviesa, donde nos apeamos en el km 20 del recorrido en la Venta de Gloria, donde hicimos la foto del numeroso grupo, tras el avituallamiento de costumbre seguimos por la traviesa, donde 2 componentes hacen el recorrido corto y se bajan por la pista de la Fuente de Pinar, el resto seguimos cruzamos la carretera de Almansa, pistas y caminos hasta tomar dirección a la subida de las Moratillas, se hacen varios grupos y al inicio de la bajada la locomotora se vuelve a unir, y pasa a modo "AVE", rodando la bajada en muchas ocasiones por encima de 40 km por hora, y llegamos a la Maneta, nuevo agrupamiento y hasta el lugar de salida, la llegada a las 23:35 muy buena hora, y la ruta variada y divertida. El sábado más...

Tras 22 fotos realizadas os pongo la que creo que sí estamos todos...


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martes, 22 de octubre de 2013

MARCHA BTT RIÓPAR 2013: la apertura de la veda diezma el pelotón de Liebres.



PARTE I: RECORRIDO CORTO.
(Así lo vio Juan Ramón).

La marcha de Riópar de este año 2013 levantó entre nosotros todas las expectativas posibles. Sin acabar agosto y las vacaciones ya empezamos la preparación con un improvisado atracón de sendas al que siguieron etapas cada semana más exigentes: Pisana y el rodeo a la Sierra de Salinas pusieron a prueba la paciencia de todos. En El Capirutxo y la Silla sentimos cómo el tío del mazo nos pisaba los talones. Subir al Carche con los Gavilanes me ayudó a mantener el control para aguantar una subida larga llegando todavía con fuerzas a la cumbre. Y acabamos septiembre recobrando la sensatez en las brutales trialeras  y escalones de Játiva al echar pie a tierra si la ruta se ve demasiado turbia. 
Juntando las de Almansa y las de Yecla, octubre se convirtió en una orgía de sendas y así llegó el fin de semana de la carrera en Riópar, donde todos íbamos a comprobar en carne propia que cualquier parecido del entrenamiento con la realidad, sería pura coincidencia.
El fin de semana se presentó perfecto. La casita rural en el pueblo para disfrutar el ambiente ciclista. El tiempo, que ya preocupa siendo octubre y tan bueno. El arroz del sábado con los Gobik Managers que se consolida en el programa de actos de la carrera. Verduras y pasta para la cena y a las once en la cama a digerir los hidratos de carbono para la carrera. Pero algo turbaba mi descanso. Porque me acosté jugando mi atlético, aunque viendo la trayectoria de esta liga, ¿alguien dudaba que ganaría al Español?
Muy temprano desayunaba con los dos Javis y el Internet de mi sobrino (mi zapatófono ha muerto) me trajo la mala noticia: habíamos palmado. La expectativa de quedar como líderes en solitario, se quedó en la decepción de pasar a ser segundos. Vísperas de mucho, días de nada. Y lo peor todavía estaba por llegar.

El ambiente en la salida era fenomenal. Se notaba poca tensión. Todos teníamos claro que, saliendo delante o detrás, la ruta en poco tiempo pondría a cada uno en su lugar.
El pelotón recibe los ánimos del público mientras se despereza por las calles del pueblo rumbo al Gollizo, en lo que sería la primera subida del día, por pistas amplias y bien compactadas en las que cada uno buscaba su sitio para encarar la primera bajada y senda del día hasta las Casas de Las Tablas. A pesar de las buenas intenciones de la organización, los seis kilómetros iniciales de subida no fueron suficientes para clarear el grupo y, en la parte en la que me tocó empezar, el pelotón de lo torpes por lo visto, tuve que esperar dos veces a que se despejaran las colas en sitios en los que, sin complicaciones apreciables, algunos se bajaban de la bici; que yo no lo critico, pues cada uno es libre de elegir su medio de transporte y seguir a pie cuando lo crea conveniente. Pero apartándose a un lado y dejando paso educadamente a los que venimos detrás.
Una cómoda bajada por sendas y pistas nos lleva a las cabañas de El Lagunazo donde se inicia una divertida y a ratos exigente sucesión de caminos y senderos que, cruzando la carretera de Siles por un desagüe y la de Elche de la Sierra escoltados por la Benemérita, nos lleva al primer avituallamiento cerca de Mesones. 
Poco antes otra detención, provocada de nuevo por el pelotón de los torpes, me permitió comer una barrita, de modo que me salté la parada iniciando la ascensión al Calar del Mundo casi en solitario, tranquilo y ojeando el pulsómetro para no pasar de revoluciones. La subida es, ya se sabe, larga y dura, y un hombre mayor como yo no puede permitirse ninguna alegría.
Pasa el tiempo y pasan los kilómetros. Una comparsa de Elda, no sé si mora o o cristiana,  llega a mi altura y me supera. Recojo el cadáver de algún que otro valiente (ninguno llamado Óscar) y cambio impresiones con el tendero que me vendió la bici. Le comento lo tranquilo que va uno cuando lleva una patilla de cambio de repuesto en la mochila. Él, JR y yo sabemos porqué lo digo. Da gusto hacer tratos con gente tan formal y seria.
A mitad de subida aparece el letrero con el km 30. Aquí la cosa pasa de mal a mucho peor. Los cuatro mil metros que siguen llegan a ratos al 18%. Al poco me alcanza la guardia civil, que casi me tira en plena rampa por no guardar el metro y medio. Tras cada curva viene un repecho peor. Con toda la vajilla puesta el pulsómetro no baja de 170, pero no tengo otra alternativa. El Calar es así. Aprovecho los pocos descansos para bajar el ritmo procurando en cada repecho guardar algo para el siguiente.
En el km 37 desaparece la vegetación y solo se ve un repecho y gente parada en lo alto. Ha llegado el segundo avituallamiento. En éste sí paro a comer. Juanmi está allí reponiendo fuerzas, pero no se le ha quitado el susto de la cara. Por mucho que te cuenten, la subida al calar es siempre más de lo que uno se imagina. Estamos a 1560 metros de altura y corre un viento que hiela el sudor. Así que emprendo la marcha seguido por Juanmi. Disfruto un tramo rápido. Las ruedas de mi 29 pasan de puntillas por encima de las piedras. Saludo a las vacas que nos miran perplejas y llegando a la tinada accedo a la senda que nos conducirá hasta la orilla del río. Siguiendo a uno de Pinoso, la gente parada se aparta de la entrada a la senda que es sencillamente espectacular: una serie de escalones con una salida clara en la que controlar la bici tras el desenfreno inicial. Continúa el tramo más bonito, entretenido y divertido del recorrido. Una senda memorable. Rápida y limpia en un terreno sin apenas asperezas corta la empinada pendiente a través de un encinar denso y espeso.
 La bajada es muy exigente. Ya lo advirtió Alfonso el viernes: lo duro no son las subidas, son las sendas. Y no se equivocó. A medida que perdía altura la tensión de las piernas iba en aumento. Las manetas de freno se endurecían: no bastaba un dedo para mantener el control. Las manos ya se agarrotaban cuando la bajada acaba y unos metros de llano dan una ligera tregua. Ignorante de mí, respiro tranquilo y confiado sin saber que “el perro del lechero” se escondía detrás de una carrasca. Y en el primer repecho noto cómo me dio un bocado en el muslo: un calambre de intensidad suficiente para recargar un iphone. Estiro, me recupero y consigo alcanzar un ritmo decente buscando un pedaleo redondo. Y así llego al aparcamiento de los Chorros donde las animadoras de los liebres y allegados se desgañitan jaleándonos al pasar.
 Animado, recuperado (pensaba yo) y con fuerzas continúo por la senda hasta que un parón me hace echar pie a tierra. Y aquí llegó mi final pues el muslo derecho se me agarrotó por completo con un intenso dolor que mi cara, según me contaron, no podía disimular.
En semejante trance me adelantó mi amigo Alfonso de Cieza, quien se compadeció de mí y siguió. Al poco asomó Juanmi, decidido a tomar “la corta” ante el deterioro muscular que estaba experimentando. Así que me tuve que rendir a la evidencia y cambiarme de carrera, acompañando a mi colega por el “circuito alternativo” que, siendo casi todo cuesta abajo, era el único que me podía permitir.
Con gran desconsuelo tomé las de Villadiego, ya sin ansia y sin prisas. Me perdí gran parte de la ruta y me pesa; sobre todo por no haber conocido la Cañada de Los Mojones que, por lo que cuentan, es un lugar encantador. Habrá que volver otro día.
Entramos a meta relajados y tranquilos, con un tiempo de 4:21 llegando antes que Gabi por primera vez en la vida. Muy frustrado y un poco desorientado saludo Dani y Javi Ortuño, liebres que abandonaron antes por avería mecánica. Cuando Isra me avisa -Te están nombrando por megafonía. Has quedado primero de tu categoría-. Menudo sobresalto. Voy corriendo a buscar al del micrófono a explicarle lo sucedido y me echa la bronca. Otra vez me llevaré el chip a mi casa. Al final se aclaró todo y después de recuperarnos, hidratarnos y ducharnos celebramos la carrera como en la aldea de Astérix, comiendo y bebiendo todos juntos en Los Bronces, comentando las penalidades que cada cual pasó y haciendo planes para la próxima edición, para la que habrá que plantear una estrategia mejor.

PARTE II: RECORRIDO LARGO.
(Así lo vio Andrés).

Hasta el km 45 pedaleo en solitario, sin contacto visual con el resto de liebres, aunque intuyendo que no debían andar muy lejos (tanto por delante como por detrás) y con la sensación de que llevo un ritmo demasiado elevado y no estoy bebiendo suficiente agua. No se si lo pagaré al final.
La subida al Calar, a mi propio ritmo, no me resulta, a diferencia de otras ocasiones, especialmente dura ¿es que habrán arreglado el camino?. El sendero de descenso posterior, no transitado en anteriores ediciones y gran sorpresa de este año, es sencillamente espectacular. Un largo tramo, rápido, sin apenas escalones rocosos y de dificultad técnica moderada, pedaleando sobre una auténtica alfombra de hojas secas; y todo ello en medio de un tupido bosque de encinas salpicado a su vez, aquí y allá, por pinceladas otoñales de otros árboles caducifolios; tres kilómetros de auténtica gozada.
En el avituallamiento del km 45 me adelanta Miguel Lucas. ¡Vaya con estas liebres Master + que no necesitan ni parar a comer o beber! Dejo el avituallamiento y, a toda prisa, continuo tras el. Pedaleamos juntos por un sendero paralelo a la carretera hasta que comienzo a perder metros poco antes de acometer el duro camino de ascenso a la Cañada de los Mojones.

Aprovecho los kilómetros de falso llano de la Cañada para acelerar el ritmo y ganar metros hasta alcanzarle. Comenzamos otro fantástico y nuevo sendero (Km 52), con continuos sube-baja iniciales, en los que las fuerzas me empiezan a flaquear y vuelvo a retrasarme. Continuamos por un tramo de descenso técnico, en el que choco aparatosamente con un árbol, afortunadamente a escasa velocidad y sin consecuencias, pero que aconseja, a partir de ese momento, circular con mayor prudencia.

Llego a un camino (Km 58) en buen estado y moderado ascenso en el que aprovecho para echar el resto, aumentar el ritmo e intentar alcanzarle. En ese momento mis castigados músculos me mandan el primer aviso, empiezo a sentir rampas musculares y acabo con un agarrotamiento de mi pierna derecha que me obliga a bajar de la bicicleta, hacer estiramientos y automasajearme ambas piernas (ante la ausencia del “Tío del Mazo” me visita “El Tío Calambre”). Estoy en tierra de nadie, sin posibilidad de abandono, y Miguel Lucas ha puesto definitivamente tierra de por medio, aunque, paradojas del destino, con la mala fortuna de salirse posteriormente del recorrido, en los últimos kilómetros del mismo, llegando a meta después de mi y entrando en cuarta posición de su categoría, a escasos cuatro minutos del tercero.

Retomo la marcha a un ritmo muy suave, comienzo el descenso hacia el Arenal y noto como, poco a poco, van remitiendo las molestias musculares. Parece que pese a todo voy a poder acabar la marcha.

Después del Puerto del Arenal (Km 60,5) continuo el descenso por otro nuevo sendero, paralelo a la carretera y a tramos técnico, coincidente a su vez con el trazado del recorrido corto y en el que llegamos a confluir ciclistas participantes en ambos recorridos. A continuación un corto tramo de camino al que le sigue un sendero de descenso (ya conocido de anteriores ediciones) que presenta puntuales tramos técnicos y obliga, ante la escasez de fuerzas y reflejos, a tomar más precauciones de las habituales. 

En el Km 65, y después de una considerable dosis de esfuerzo psíquico y control mental, con Riópar y, lo que es peor, los barriles de cerveza a tiro de pedal, logro vencer las tentaciones que imponen la sensatez y la prudencia, alejo las refrescantes y placenteras imágenes que aturden mi mente y continuo por el recorrido largo, conformándome, apenas, con un plátano y un vaso de bebida isotónica en el último avituallamiento, antes de acometer los restantes y últimos 400 m de desnivel de subida del día.

El recorrido continúa por un sendero que asciende en dirección a Riópar viejo, próximo al arroyo del Rigüelo y que incluye algunas cortas y fuertes rampas que, a estas alturas de la ruta y en previsión de males mayores, inevitablemente hago a pie. A unos 2,0 kilómetros este sendero enlaza con una pista forestal, afortunadamente ya en suave y moderado ascenso, que permite, con paciencia y austeridad en los desarrollos, hacer kilómetros y ganar altura sin excesivos esfuerzos. Cuando acaba la pista, continúo por una fuerte rampa de ascenso (nuevamente a pie) y un sendero próximo al pintoresco cortijo de la Toba y la carretera de Alcaraz. A continuación, un nuevo sendero de descenso, con más tramos técnicos y de fuerte pendiente de los deseables a estas alturas, conduce a la pista de El Gollizo.

Apenas un kilómetro después, nuevo desvío y nueva senda, rápida y, salvo algún paso aislado, de dificultad moderada, que acaba en un camino, junto a una balsa y un bucólico cortijo en ruinas, y que, ya por fin y en rápido descenso, nos conduce a Riópar después de, al menos para la mayor parte de los mortales, más de cinco horas ininterrumpidas de bicicleta de montaña por un entorno y un paisaje, como siempre, espectacular.

Felicitaciones a los organizadores (así como a todo el personal de apoyo en los cruces y avituallamientos) que, después de ya (en mi caso) seis años consecutivos, no dejan de asombrarnos con el recorrido (este año más duro y con mayor longitud de senderos que otros años) y nos ofrecen nuevas sendas y parajes por los que pedalear en cada edición.

¡Volveremos! Aunque eso si, para próximas ediciones la organización debería mostrar un poco más de comprensión y consideración para con los participantes ya que, pese a nuestra aguerrida apariencia, somos humanos (o liebres-humanas) y como tales, y después de 65 km en las piernas, débiles de mente y de espíritu. Por ello, castigar si queréis nuestro atrevimiento con más senderos, cuestas y kilómetros adicionales pero, por favor, no volváis a tentar al homo-lupulus (o homo-cervecero) que todo biker lleva dentro poniendo tan fácil como en esta ocasión el abandono del recorrido largo. ¡Para decisiones difíciles ya está la vida!.

El primero, el último y la clasificación de los miembros del Club que terminaron el recorrido largo:


Datos prácticos:
Distancia: 74 km
Desnivel acumulado positivo: 2.220 m (Google) – 2.310 m (Compe GPS).
Horario (en mov): 5-7 h
IBP: 230
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domingo, 20 de octubre de 2013

Bco. Paraiso – Sta. Bárbara – Granillo – Cirote – Tanos – Casa Jaime.

Poca afluencia de liebres ayer sabado en total 8 ,(otras liebres andaban de descanso en lo que es una gran cita anual que en breve nos contaran experiencias)  poco a poco se iban descolgando aunque Paco se fue por otro cruce y nos alcanzo en lo alto , finalizando  la ruta programada un total de 4, no hace falta descripcion todo es ya conocido de sobra.



A estas horas se de buen seguro que mas de uno irá bastante perjudicado fisicamente , lo digo por los participantes en la marcha de los Calares de Rio Mundo, pero todo se pasa y queda un buen recuerdo, esperamos nos cuentes la experiencia y haber si otro año se suman mas liebres .
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viernes, 18 de octubre de 2013

El puerto de la Harina...

A la hora de costumbre y con la liebre habitual cerrando la convocatoria, comenzamos para tomar el camino paralelo a la carretera de Pinoso hasta el kilómetro 7, la cruzamos y siempre con desnivel negativo, seguimos hasta el Serratejo,  pasamos un tramo de camino que va a la orilla del monte muy ciclable y divertido, creo que la primera vez que pasamos por allí,  continuamos tras varios pequeños descensos hasta el avituallamiento en el Puerto de la Harina.

Reanudamos la marcha para enlazar con en final de la vuelta al termino, en el kilómetro 30 bajada con mucha piedra suelta, que dio lugar a una pequeña caída sin consecuencias para la bici y el piloto algún rasguño. Se agrupa el pelotón en el camino de la vía verde, y a esa hora salían dos trenes con destino de Yecla, uno un Ave y otro un Talgo, los que íbamos en el segundo veíamos como el primero tomaba velocidad de crucero. El segundo tren  completamos el recorrido en 2 horas. Etapa tranquila y quizás de las nocturnas con menos desnivel algo mas de 200 metros, y seguimos  descubriendo nuevos lugares .




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sábado, 12 de octubre de 2013

En Yecla también hay sendas.

Hoy 12 de octubre, día de la Hispanidad, hemos tenido una mañana de bicicleta en las que todo ha salido a pedir de boca. Bajo la bruma de las primeras horas de la mañana, 19 Liebres hemos iniciado la marcha en dirección a Los Gavilanes por la consabida ruta de las faldas de la Magdalena y Umbría del Factor. Al llegar a la rambla del Pozo Lisón la hemos tomado hacia arriba para romper la monotonía de la pista. Primeros 1,150 km de senda de la mañana. Pasamos por el Pocico Lisón y buscamos la senda del Collado del Puerto. Otro kilómetro y medio con una subida que nos hace entrar en calor y su bajada para activar la circulación y sacudirse del todo las legañas, si alguien todavía no se había terminado de despertar.
De aquí, y tras reagruparnos, vamos a Los Gavilanes por el archiconocido y roto camino que acaba entre las dos lomas de la cumbre. Y a bajar la senda con sus 850 metros que pasan volando. 
Paramos a comer y a charrar y nos hacemos la foto para el álbum. Y seguimos adentrándonos en Los Gavilanes en dirección a Jumilla. Enlazamos una interesante serie de caminos viejos y collados, terrenos sin conquistar para muchos, y llegamos a la pista de La Cingla para tomar la senda en sentido de subida. Esta vez son 3,3 km de terreno que no te da apenas ningún respiro, con su pendiente hacia arriba, suave y continua, salpicada de tramos rocosos y repechos inesperados. Un placer que pocos entienden. Acabamos la subida por la pista y enlazamos con la siguiente senda tras un descenso vertiginoso y el consabido zigzagueo en las inmediaciones de El Calderón. Una recta en subida, mucho más dura de lo que aparenta, nos pone en la entrad de la senda del Cerro de Los Condenados, que junto con la senda de Los Picarios suman 2,5 km más de diversión.

 Volvemos al Camino de los Picarios y, aprovechando que es festivo, nos metemos a la cantera para bajar al otro lado del Cerro Botija por otra senda cuyos inicios son peligrosos pero que se vuelve más amigable en sus 500 metros finales. De inmediato nos metemos en la senda de la Casa Torolla. En sentido de ascenso es tan interesante como hacia abajo. Te permite mirar a un lado y otro de vez en cuando, buscando, en este otoño, la presencia de alguna seta que delate el inicio de la temporada. Pero en sus resecos 3 km de longitud, nada más he podido ver alguna amanita ovoidea de escaso tamaño.

El colofón a esta magnífica ruta ha sido la sucesión de dos sendas de La Magdalena: el "Penaero", dura, áspera y peligrosa, y la clásica senda de las canteras (Barranco ancho del Factor). Juntas suman otros 3 km de esas rutas que dan sentido a tener una bici de montaña. 16,3 km de sendas-sendas: pasos por los que no pueden cruzarse dos bicis. Todo un lujo al lado de casa que posiblemente no valoramos en su justa medida por tenerlos tan cerca pero que están al nivel de algunas de las zonas que habitualmente frecuentamos por pueblos limítrofes. El refresco final, multitudinario como pocas veces, ha sido la guinda a una mañana de esfuerzo, disfrute y compañerismo que nos ha llenado a todos de orgullo y satisfacción... uy! en qué estaría yo pensando...
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viernes, 11 de octubre de 2013

Subiendo piñones..

A la hora prevista nos hemos dado cita  un numeroso pelotón de 20 componentes, la ruta programada la numero 4,  bajada por camino y pista, cruzamos la traviesa de la balsa, las casas de la alberca, hasta cruzar la carretera de Pinoso, y tomar rumbo hacia el Serral, este primer tramo de la etapa el pelotón iba compacto, el personal se estaba reservando para puntuar en la dificultad montañosa del día. En el kilómetro 14 empieza el ascenso por la pista del Serral, hay que ver como se iba, subiendo piñones y cargando plato, conseguí seguir al grupo hasta la mitad de la subida, el resto y a pesar de tratar de reducir la distancia era imposible, menudo ritmo, o quizás yo iba mal. Al coronar el puerto reagrupamiento, avituallamiento, foto y algunos chistes.

La segunda parte del recorrido de casi 20 Km, descenso rápido, para ir a buscar la fuente la negra en un tramo de 10 Km, como nos gusta con ligera pendiente para tirar de piñones y poner "el ritmo de liebre", una vuelta al final diferente pero mas divertida que la habitual del recorrido, una vez mas gracias Juan Ramón por la mejoras de i+d que implantas.


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lunes, 7 de octubre de 2013

Tobarrillas Total Extreme 2013 - La gran ruta, El gran grupo.

El sábado fue uno de esos días memorables de bicicleta de los que quedan en la memoria individual y en la colectiva. Ayer se mezclaron, como ningún otro día, las sendas, los kilómetros, las horas, el sufrimiento, el paisaje, el compañerismo, la solidaridad, la diversión, el deporte, el esfuerzo y la satisfacción del trabajo bien hecho.

La expectación era muy grande en cuanto a esta ruta, calificada para muchos, entre los que me incluyo, como la "mejor ruta" que puede hacerse saliendo y volviendo a Yecla en una sola mañana. Al llegar a la fuente de los leones, aún de noche y con las legañas mal quitadas, quedé maravillado ya al ver el gran número de liebres que allí nos habíamos presentado. Casi sin tiempo de saludarnos ni de esperar a los más tardones, partimos hacia el norte, ansiosos y deseosos de llegar a Tobarrillas, sin querer ser conscientes todavía de todo lo que nos quedaba por recorrer y todo lo que nos quedaba por disfrutar.


Almansa al fondo

No haré como en otras crónicas en las que describo la ruta, y no lo haré porque no cabe en esta entrada, por que no le encuentro sentido hacerlo. No lo hago porque lo mejor es que la hagáis, que la sufraís, que os perdaís por estos parajes, que disfrutéis de tantos kilómetros de pistas, de tantos kilómetros de sendas, para arriba, para abajo, de la belleza y grandeza de algunos bosques atravesados, de la dureza y sufrimiento que supuso la acumulación de kilómetros y kilómetros de sendas, de la preciosa pista en suave ascensión al barranco de la Mosca, del maravilloso Cuco de los Garganchines y con su magnífico entorno, de las sendas por bosques frondosos en continuo zigzag, de la subida a los molinos por la senda, mucho más bonita y entretenida que por el duro y empinado cortafuegos, de las vueltas que le dimos a las preciosas sendas del Cerro de la Bandera, de la inigualable senda de la Casa del Aire y continuación con la senda del Barranco del Agua, de la pedregosa subida a Gilopo, de la pesada y dura, a estas alturas de la película, subida hacia el oasis de Olula, cuya agua fresca, clara y transparente, emana constantemente para saciar las bocas de los esforzados ciclistas. No cabe explicar con palabras el esfuerzo en las sendas postreras, Olula, Tanos y Casa Jaime. ¿Quedó algún tramo de senda por recorrer?

Los fotógrafos. Gracias Raúl por las fotos
Mención especial merece el funcionamiento del equipo de mecánicos en ruta de las Liebres, que al final tuvieron un duro trabajo con el cambio de Javi Chirlaque, el cual, cansado ya de tanto mover la cadena para arriba y para abajo, decidió tomarse un respiro. Allí estaba, como no, la siempre socorrida "goma de Juan Ramón", la cual lamentablemente duro un suspiro por la empinada senda de Casa Jaime. Una brida le sustituyo como bien pudo. Y para que contar el ansia con la que pusimos rumbo a casa, para llegar a una hora lo más decente posible, volando sobre la pista de la Casa del Nene.
 


La fiesta del sábado lo fue más si cabe por el comportamiento del grupo, el gran grupo, grande en todos los sentidos. El pelotón de las liebres que llegó a aproximarse a la treintena de unidades en algunos momentos, mostró, especialmente en las sendas, el buen momento por el que pasa, especialmente en el aspecto físico, donde en una ruta tan larga y en la que nos encontrábamos ciclistas de muy diversos niveles, supimos mantenernos prácticamente unidos como una sola unidad durante todo el recorrido, fluyendo, como si de líquido se tratase, por las divertidas sendas, como si realmente nuestras bicicletas fueran parte ya de las mismas.

En un momento de la ruta, acercándonos ya a los "postres", Andy me sugiere, no sin cierta ironía, que el nivel de dureza de la ruta debíamos de catalogarlo como alto en lugar de muy alto. En mi opinión, los retos, una vez superados, nos pueden parecer que eran pequeños, más fáciles de lo que en principio pensábamos, pero, seguramente somos nosotros los que nos crecemos ante las adversidades, aquello de: "lo que no te mata te hace más fuerte". Personalmente, las dos veces anteriores que había intentado la ruta no había logrado culminarla, una vez por miedo a que me diera una pájara, y en la otra porque mis acalambradas piernas me dijeron "hasta aquí hemos llegado". El sábado pude felizmente completarla y con buenas sensaciones, lo que todavía me causó más alegría si cabe. Y es que no hay nada más gratificante para el ego que plantearse retos cada vez más difíciles y superarlos, y ver así como se empequeñecen los obstáculos superados en el pasado con esfuerzo y tesón.

Por otro lado decir que lo siento. Que lo siento por vosotros, por los que no habéis podido hacerla, por los que por un motivo u otro no pudisteis venir el sábado. También lo siento en parte por vosotros también. Si, los que vinisteis y tuvisteis que volveros antes, por el motivo que fuese. No pudisteis disfrutar del manjar, del regalo para los sentidos que tuvimos el placer de disfrutar, del atracón de sendas (cerca de 30 km), del banquete de sufrimiento gozoso, que diría Juan Ramón, que nos metimos entre pecho y espalda los que pudimos completar la ruta y llegar a nuestras casas con las piernas doloridas, con hambre, hablando de las gachasmigas que nos comeríamos, de las patatas a montón, de las cervezas que nos íbamos a "hincar" en el bar o en casa, pero con la alegría y la satisfacción que solo las grandes rutas te dejan. Retos más grandes vendrán, este ya lo hemos superado.

Gracias a Andrés y Juan Ramón por la ruta preparada, así como a todos los que la habéis gozado como yo.

Datos de la mañana:

Hora de inicio: 7:35
Hora de llegada: 14:26
Distancia recorrida: 98,2 Km
Tiempo en movimiento: 5:50 min.
Desnivel acumulado: 1.410 mts.


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viernes, 4 de octubre de 2013

Empezando Octubre,,,

A las 21:20 salíamos con dirección a los Montes de Brasil, para ir calentando, si bien la subida se hizo a un ritmo que fue unido el pelotón, rápido descenso a buscar la conocida subida del Factor que siempre voy pendiente del cuenta kilómetros pues se corona en el km 10,6, se reagrupa el pelotón, cruzamos la rambla y un tramo de camino y giro a la izquierda, tras varias tramos cortos de rectas y curvas y un tramo como no de "bancaling", pero del bueno abriendo surco,  y un tramo de rambla, nos dirigimos hacia la Hoya Torres, para buscar la pista que baja de la Cingla, nada mas dejar la pista cruzamos la carretera y subida a buscar la Senda de los Condenados, también conocida en el club por Picarios I, al coronar avituallamiento y foto.

Una vez recuperadas fuerzas, rápido descenso algo para cruzar la carretera de Jumilla, varios cruces de caminos que nos deja el la vuelta de los Bujes hacia la Casa de lo Alto, desde allí a buscar la Flor, descenso rápido, al final pequeño sprint para pues si no no seria una llegada reglamentaria y fin a las 23:45.

Estupenda noche, y mejor compañía nos vemos el sábado OJO a las 7:25 para hacer una "Extrem". Aqui os dejo la foto donde se luce la ultima adquisición de 29 por parte de Ramón..






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miércoles, 2 de octubre de 2013

Pedido de equipaciones de inverno 2013/2014.

Se va a realizar un nuevo pedido de ropa de invierno (Diseño renovado) con fecha de 8 de octubre y entrega para mediados de noviembre.
Los ingresos se realizarán en la cuenta del CLUB BTT LAS LIEBRES indicando el nombre del ordenante. Además, debe enviarse un correo a clubbttlasliebresyecla@gmail.com especificando la/s prenda/s y cantidad.

(Los precios de las prendas y el número de cuenta se han remitido por e-mail)

Recordar que las tallas de las prendas se corresponden con las equipaciones existentes del verano e invierno pasado.


Nota: Las equipaciones van a hacerse únicamente para socios, bajo pedido y previo pago. Es imprescindible tener realizado el pago como confirmación del pedido, antes del día 07/10 (NO SE AÑADIRÁN PRENDAS DESPUÉS DE DICHA FECHA).

                                  PRENDAS 

1. Chaqueta Térmica  "Skimo" 

2. Culotte Largo Térmico 

3. Chaleco Paravientos "Basic" 

4. Maillot Manga Larga Entretiempo  "Atomic" 


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