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viernes, 28 de noviembre de 2014
Despejado....
martes, 25 de noviembre de 2014
GACHASMIGAS DEL CLUB.
El menú será adecuado al tiempo invernal en el que nos metemos día a día: gachasmigas, con embutidos y alguna tajá de tocino. A t.p.c. la dieta.
El evento tendrá lugar en próximo Domingo día 30 de Noviembre a la hora de almorzar (a eso de las 10). Se ruega a quien tenga la intención de acudir que ponga un comentario, para poder hacer un cálculo de los gorrinos que hay que matar.
Nota: El Sr tesorero se llevará la libreta para que quien lo desee, y al objeto de aligerar la reunión general de socios, pueda pagar la cuota anual del año 2015 en efectivo este mismo día.
domingo, 23 de noviembre de 2014
Planes, La Val de Gallinera y el Barranco de la Encantada. Entre otras muchas cosas.
Montar en bici debería estar subvencionado por la seguridad social. Puedo asegurar que los seis participantes de la ruta del pasado sábado por tierras alicantinas no vamos a necesitar ir al médico ni acercarse por la botica en las próximas semanas. Las únicas secuelas físicas que la ruta nos ha dejado han sido golpes con los pedales en las espinillas y algún rasguño contra la vegetación autóctona. Nada que no se pueda curar con una pastilla de jabón del lagarto. En compensación, la ruta ha obrado como un bálsamo para el espíritu. Al terminar la habían desparecido todos los síntomas de la rutina, los problemas y los malos pensamientos. Una recarga de pilas que nos deberá durar por lo menos una semana.
El día empieza con un buen madrugón para estar a las siete en marcha. El viaje a Planes es cómodo. Autovía hasta Muro de Alcoy y unos pocos kilómetros por la carretera que culebrea rodeando barrancos entre bancales plantados de cerezos, cuyas hojas rojizas a punto de caer al suelo son el color que nos va a acompañar toda la mañana.
El Bar Lluis, en Planes, es el punto de partida del recorrido. Conviene avisar para que nos guarden algo de comer al terminar la ruta antes de partir por el Camino de Sangonera remontando la cuesta interminable de hormigón en dirección a Catamarruc. La pista de tierra sigue ascendiendo por la Sierra de Cantacuc dejando a la derecha el imponente barranco de Benialfaquí, hasta llegar al km 7, donde con un desvío a izquierda se inicia el descenso en dirección a Tollos por curveando por un entretenido camino forestal.
Tomamos fotos y cargamos agua en el área de recreo de la Font Vella y salimos por una camino asfaltado que abandonaremos a para recorrer un sendero, pedregoso y técnico, rumbo al los barrancos de Malafi y Paet.
El barranco de Paet terminará siendo una agreste remontada que sigue los restos de una pista y el cauce gravoso del barranco en los tramos desaparecidos de aquella. A base de fuerza y equilibrio se va encontrando el paso más adecuado hasta enlazar con la pista ancha que viene desde nuestra izquierda y que nos llevará, en un par de duras rampas, al segundo alto de la mañana: lugar donde un pozo de nieve fue escenario de nuestro almuerzo.
Empezamos a bajar saludando a unos boletaires alicantinos (por dios, qué invasión), y giramos a izquierda siguiendo una cuidada pista forestal que recorre el paraje, con uno de los pocos pinares que se pueden ver por la zona.
Pronto abandonamos la pista tomando una senda por la izquierda que se va complicando según se aproxima al lecho del Barranco Hondo. Hay que patear algún tramo, pero compensa para evitar un monótono rodeo para llegar a las inmediaciones de Alcalá de la Jovada. En un momento cruzamos la Val d'Alcalá por agradables caminos y senderos para empezar otra vez a subir por una descarnada y rocosa ladera en dirección a la Peña Forada. El trayecto es duro de verdad y la pendiente para algunos la pendiente es insuperable. Llegados a lo más alto, las vistas son impresionantes, según nos cuentan quienes ya habían estado allí. A nosotros la niebla nos impedía ver el paisaje, así que habrá que repetir la ruta para comprobar que lo que nos dicen es cierto.
La bajada hacia Benitaia da paso a la Val de Gallinera por una escarpada y muy transitada senda morisca en la que es inevitable hacer algo de bici-treking hasta que la pendiente se suaviza y las rocas dejan de ocupar todo el ancho del paso. Aunque ahora son las profundas roderas las que ponen el peligro al tramo.
Llegamos al pueblo bajando escaleras cual jóvenes gamberros y tomamos la carretera incorporándonos a la Rutas dels 8 Pobles. Pronto dejamos el asfalto para realizar un interesante recorrido por sendas, caminos ramblas entre la Carrosa y Patró, donde destaca el sendero que por una cornisa rocosa llega hasta el pueblo, y que exige empujar la bici con piernas cabeza y riñones para ir superando un escalón tras otro hasta llegar al final-
Por una sucesión de empinados caminos agrícolas se alcanza la carretera y el Collado de Benisilli, donde nos desviamos para entrar en el camino que sube y recorre la Sierra de la Albureca; en apariencia la última subida importante de la mañana, aunque nos esperaban todavía sorpresas. Esta sierra es una finca privada y tuvimos que esquivar una puerta por un sendero que había por su izquierda. Seguimos remontando la sierra a la vez que el valle desciende a nuestra izquierda, con lo que pronto la perspectiva se abre, ahora ya sin la niebla, y nos regala un paisaje salpicado de los colores del otoño, en el que destacan las pinceladas rojas de los cerezos sobre los amarillos de las higueras y las choperas.
Sin acercarnos demasiado al Mas del Botí, nos salimos de la sierra en dirección al Mas de la Albureca, por una pista bastante rota que desciende en un pronunciado zig-zag todo lo que tanto nos había costado subir. Nos topamos con otra puerta cerrada para salir del paraje, que las liebres atravesaron como por arte de magia y seguimos en dirección al Barranco de la Encantada: el plato final de este festín.
Hacemos la visita, obligada, a una de las pozas del barranco, horadada por el agua entre cortados rocosos que tradicionalmente han servido de lienzo a las inquietudes pictóricas y literarias de generaciones de descerebrados, quien sabe si muchos de ellos concebidos en el frescor de esas mismas choperas en una tarde de pascua, que han plasmado en vivos colores de spay mangado en la ferretería de la esquina la fecha, su nombre y hasta el nombre de su pueblo de origen. El nombre de los tontos aparece en todas partes y aquí lo hace con letras descomunales.
Tomamos el camino hacia el Molino de la Encantada y empieza la diversión por una senda bastante limpia y compacta que evoluciona entre la vegetación. El barranco queda a nuestra derecha y sus paredes se cierran. La senda busca la salida hacia arriba y la corriente de agua profundiza en la tierra. Tras unos duros repechos a pie estamos fuera del cauce, en lo alto, desde donde se divisa la profunda cortada en la roca del Barranco de la Encantada.
Unos metros por un camino, en dirección a una casa emplazada en lo más alto, dan paso al sendero que recorre la cresta. Un trayecto llano salpicado de afilados cantos rocosos que termina por ser imposible para nuestras piernas cansadas y nuestras bicis de corto recorrido. Hasta que llegamos al quemado del último incendio. Los colores son ahora el negro y el gris del carbón y la ceniza. Entre los esqueletos de la vegetación calcinada, con las vistas al fondo del Pantano de Beniarrés, descendemos el sendero por las Lomas de Cantalar hasta la Casa del Fantaquí. Breves metros de camino, antepenúltima subida, y a nuestra izquierda sale la última senda del día, poco transitada pero ciclable, con reservas, casi en su totalidad.
Llegamos al Pantano de Beniarrés, y nos llama la atención la negrura de sus aguas. Siendo ya casi las dos, terminamos la ruta por asfalto, para lo que nos queda por superar una durísima cuesta a la altura del Barranco de la Michá. Al volver la curva aparece Planes y entramos cruzando otro Barranco Hondo, junto a las choperas a medio deshojar y el lavadero del pueblo.
Tras casi cinco horas de pedaleo y seis desde que salimos, llegamos a los coches con cara de satisfacción. La ruta ha sido dura pero espectacular. Lástima de la niebla. Habrá que volver en primavera. Los cerezos en flor deben ser un espectáculo digno de admirar.
En el Bar Lluis nos esperaba la comida, y lo que a nadie le faltaba en ese momento era hambre y sed. Con cervezas, ensaladas, paella y embutidos de la tierra llenamos el vacío de nuestros estómagos y tras los cafés y una breve tertulia volvimos a casa llegando, por una vez, a una hora prudente. O al menos para mí lo fue.
Datos de la ruta:
Distancia total. 51,5 km.
Ascensión acumulada 1400 m.
Dificultad física: alta.
Dificultad técnica: alta.
Ciclabilidad: 95%.
Me ha resultado muy difícil seleccionar entre las magníficas fotos que me han proporcionado Andrés y Salva. Así que os recomiendo que las veáis todas en el siguiente enlace, porque merecen, de verdad, la pena.
Aquí podéis enlazar con el track de la ruta:
viernes, 21 de noviembre de 2014
OVNI
lunes, 17 de noviembre de 2014
Convocatoria de salida. La Val de Gallinera y el Barranco de la Encantada.
La versión original de la ruta que haremos pertenece la Sección BTT del Centro excursionista de Alcoy. Eso siempre es una garantía. Se hará alguna variación sobre el recorrido original para adaptarlo a las circunstancias actuales de la ruta y, de paso, eliminar algún kilómetro y algunos metros de ascensión.
Partiendo de Planes se recorren diversas poblaciones de la Val de Gallinera como Catamarruch, Tollos, Alcalá de la Jovada, Benitaia, Benisiva, Alpatro y Benissili, últimos reductos moriscos de la península. Cruzaremos interesantes lugares de gran belleza paisajistica, como el Plano de Tollos o el barranco de Paes, con numerosos tramos de senderos.
La parte final nos llevará por la Sierra de la Albureca hasta el Barranco de la Encantada, que recorreremos por una interesante senda hasta las proximidades de su desembocadura en el río Serpis, al caer del pantano de Beniarrés.
La ruta no es fácil. Consta de 50,3 km, con 1540 m de ascensión acumulada y tiene tramos técnicos. También habrá algún pateo puntual, y el recorrido merecerá más paradas de las habituales para hacer fotos y disfrutar del entorno. Lo cual significa que habrá que comer en Planes una vez acabada la ruta y volver a Yecla a media tarde.
Aquí van unas fotos para hacerse una idea de lo que nos espera:
Y en este enlace se puede descargar el track.
Quien pueda y quiera venir, ya sabe, que lo diga en los comentarios para organizar los vehículos.
sábado, 15 de noviembre de 2014
Las Pansas, como nunca.
Esta mañana de noviembre hemos podido disfrutar de la Sierra Yeclana como pocas veces hemos tenido oportunidad. Si la última vez que visitamos Las Pansas volvimos asustados de ver los efectos de la sequía, esta mañana ha sido un verdadero disfrute por el magnífico estado del terreno y la vegetación, bien regados por las lluvias del último mes.
El recorrido de vuelta por las sendas del collado de la Hoya del Pozo y la inédita subida fuera de track a los Castillarejos de la mano de Marcos ha sido la guinda a una extraordinaria mañana a la que lo único que le ha faltado para ser perfecta ha sido que parase el viento. No se puede tener todo.
viernes, 14 de noviembre de 2014
Siete más el fotógrafo.
En una noche tan agradable como oscura, ocho ha sido el número de liebres que hemos hecho la ruta de este jueves.
En el camino del Factor de nos ha pasado el frío. La Rambla de la Capellanía nos ha mantenido calientes y la senda de los Condenados nos ha hecho sudar en serio. Y lo que hemos tenido en abundancia ha sido diversión, en un terreno húmedo, y a veces encharcado.
La vuelta, programada por La Flor, la hemos hecho al final por los charquillos, donde nos hemos despistado un instante, saliendo al final por el camino de la Casa del Cura, lo que al final ha resultado una improvisación muy entretenida.
domingo, 9 de noviembre de 2014
Paliza en Pinoso
viernes, 7 de noviembre de 2014
De espaldas a la luna.
martes, 4 de noviembre de 2014
Convocatoria salida Pinoso
sábado, 1 de noviembre de 2014
Todos los Santos en Peñarrubia
Tras el almuerzo, la charla, las vistas y la foto empieza la bajada por donde mismo se sube. Toca ahora esquivar las piedras sueltas y controlar la velocidad. Y repitiendo unos metros de la ida nos dirigimos a la Cingla. Su magnífica senda, a mí, me gusta en ambos sentidos por igual. Pero está claro que en subida como hoy, es una pelea continua que te va minando las fuerzas, más de lo que pueda parecer.
Siendo tiempo de caza, la ruta evita su continuación natural: las sendas de los Picarios dejan paso al camino del mismo nombre. El grupo acelera en la suave subida hasta el punto de convertirla en un calvario para los que vamos detrás. Y por una vez en la vida, y sin que sirva de precedente, disfrutamos la suave y rápida bajada del camino de las canteras en dirección a Yecla antes de iniciar la parte final de la ruta.
Estando tan cerca de la "pila del agua bendita" las liebres huelen la cerveza y se produce una desbandada general. De toda la tropa que sale en la foto, y algunos que faltan, solo seis giramos a derecha y nos mentemos a sendear por el Monte de los Algezares: el Colorao. Un entretenido y errático paseo por un laberinto del que es difícil salir sin un buen guía pero que, en un rato, conseguimos desenredar.
Para terminar, nos dirigimos a los Castillarejos, gastando las últimas fuerzas por la senda que sube al collado, donde hubo alguna propuesta de abandonar. Pero la ruta es la ruta, y el track está para lo que está. Así que en vez de dejarnos caer a Yecla, tomamos la senda por la derecha que sube, sube, baja, vuelve a subir y definitivamente termina por bajar en un interesante, bonito y duro recorrido que puso punto final a una ruta de la máxima calidad que reúne todo lo que en una salida de Las Liebres se puede esperar.
Al final, con la variante de Marcos, la cosa quedó con 65 km y 1300 metros y 750 cm³. Una buena celebración para un día tan singular.