sábado, 5 de noviembre de 2011

Buenos Aires



La de hoy ha sido una mañanita pasada por aire (como lo esta siendo todo el día), pero a pesar de ello la ruta ha sido muy interesante y divertida. Hemos subido por los montes de Brasil, el Fator, casa vieja del Cerro, rambla Capellanía, casa del Blandico, Gateras Viejas, Gateras Nuevas, casa Chispos, hasta la casa Marta. Todo ello con el aire en contra. Desde aquí hemos comenzado la ascensión al monte de la Hoya Muñoz y de aquí a la cantera, donde hemos parado para recuperar fuerzas y refugiarnos, si quiera un momento, del infernal viento que ha estado soplando durante toda la mañana. A partir de aquí, hemos dejado momentáneamente el "montainbike" y hemos iniciado el "bancalbike" (normal; Pepe del Ramo estaba con nosotros). Cierto es que ha resultado entretenido, salvo por un pequeño pinchazo y algunas caídas sin la menor importancia. Al final el grupo se ha tenido que dividir (algunos teníamos prisa) y la vuelta pues como todos podéis imaginar ha sido rapidísima con un aire, que esta vez sí, nos ha empujado literalmente hasta llegar a Yecla. En total 60 kilómetros muy  entretenidos y también exigentes, al menos para unos cuantos, para otros seguramente ha sido un paseo, y me refiero en concreto a dos de nuestra mejores liebres, Gabi y Alberto que tan buen sabor de boca nos están dejando esta temporada en el circuito de Albacete. Un saludo a todos.

2 comentarios :

JRChirlaque dijo...

Además del "pequeño pinchazo", un servidor perdió la cadena por el monte. Por suerte, la encontró Alberto que pensaba que había atropellado una culebra. Pero el tronchacadenas ese de aluminio, con llaves allen, tan ligerito y tan mono, resultó ser completamente inútil en caso de avería porque se dobla como la plastilina. A quien tenga uno le recomiendo que lo tire (bueno, que lo "recicle"). Si no es por Diego que llevaba herramientas de verdad, me veo tejiendo una cadena de esparto para volver al pueblo. ¡Bici nueva ya!

JRChirlaque dijo...

Por cierto, los de las prisas os perdisteis el descubrimiento que nos hizo Andrés del enebro más grande del término. Un ejemplar con el porte de una encina mediana realmente espléndido. Un verdadero monumento natural. Ya os lo mostraremos en otra ocasión.