El pasado sábado salimos un montón de liebres (entreténgase el lector en contarlas por si mismo) huyendo del frío, de los cazadores y de la intransigencia de nuestro Altiplano. El frío se nos pasó pronto, que, moviendo los pedales, a poco que salga el Sol, se está muy a gustito. A los cazadores los seguíamos oyendo muy de cuando en cuando y de lejos. Ahora creo que se dedican a fusilar gallináceos enamorados delante de un pelotón de escopetas apostadas por lo que las liebres estamos a salvo; de momento. Lo tercero parece que sigue igual y no se tienen noticias de que el enfermo haya experimentado mejoría alguna.
Con viento favorable abandonamos el extranjero al poco de cruzar la Rambla Tomate, camino de las Casas de Menor en la vecina Villena. Terreno llano, cuando no en bajada, cuyas únicas dificultades montañosas son, de momento, los puentes que sobrepasan el tren y la autovía.
Almendros en flor en el paraje de El Sochantre. |
Llegando al Collado. |
Almuerzo al abrigo de sabinas y enebros. |
Senda de la Sierra de la Villa. |
Satisfechos e inquietos pasamos junto a la estación fantasma del Ave, recordando los acontecimientos acaecidos el año anterior en esta misma ruta. Y en compañía del viento en contra, que había anunciado su presencia con antelación, volvimos a Yecla por el Camino de Sax en una travesía que a casi todos se nos hizo larga, salvo a unos cuantos que se les hizo interminable.
Llegamos a las 1:45 y al final fui el único que se tomó la cerveza en el Pasito. El próximo sábado, habrá que tomarse dos.
Si Dios o las autoridades no lo remedian, la plaga de gente haciendo práctica deportiva en el Medio Natural alcanzará una dimensión tan descomunal que ya no habrá quien la controle. Si esto sigue así, no dejarán de cerrar bares. La desaparición del Cazadores es solo el comienzo. Los fabricantes de naipes y fichas de dominó tendrán que regular sus plantillas. Las instalaciones deportivas municipales quedarán en desuso por falta de demanda, con graves consecuencias para el personal que las atiende y las empresas que las mantienen. Se mire como se mire, una actividad en la que la gente lo pasa tan bien sin gastarse una perra no se puede consentir... (umm a ver si va a resultar que éste el verdadero problema...)
Datos finales de la ruta:
Al final, 84 km, 900 m de ascensión y un IBP de 82 sobre el track grabado.
Aquí el track planificado, válido al 100%.
1 comentario :
Éste de la salida del sábado es un recorrido duro, ahora ya objetivamente. Este año no tuvimos ciclogénesis explosiva como el pasado, pero llegamos a Yecla, igualmente, con “la gamba di legno”, como llaman los italianos al dolor de piernas, que en mi caso me acompañaría el resto del día.
Una lástima que por las averías llegásemos tan tarde y no pudiésemos disfrutar de la gloriosa cerveza final, ya que se ponían en riesgo muchos “bono-bicis”, que hay que cuidar, pues la temporada es muy larga.
En fin otra salida más de sufrimiento gozoso.
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