Nadie pensaba que el tercer sábado de noviembre la ruta iba a rodar sobre la nieve recién caída. Pero si hay algo que últimamente va contra corriente es el tiempo.
A las ocho en Los Leones caían "estralicas y corvillones" y algunos pugnaban por cambiar de ruta, directa al bar para almorzar calientes. Hubo incluso quien se volvió a su madriguera. Pero finalmente pusimos rumbo a La Manera para iniciar la ruta prevista.
Ya por el Camino de Madrid los cuajaban los copos de nieve. Pasamos Las Atalayas, La de Don Lucio y la Casa Marta. Y entrando en las lomas de esta última aparece la nieve cuajada en el suelo.
Un poco más adelante y arriba el espectáculo es digno de contemplarse: la Hoya Muñoz está totalmente blanca y el frío alcanza el máximo de la mañana.
El recorrido posterior, enlazando dicha rambla con el Barranco de los Muertos y la subida al Cuerno del Arabí será, posiblemente, irrepetible. La atmósfera en calma contagió a las liebres, que hicimos la subida con tranquilidad, disfrutando el momento y el paisaje como pocas veces.
El almuerzo en la cumbre rápido y frío. Y a bajar con prudencia que las rocas mojadas pueden esconder sorpresas.
Completamos la ruta con la senda que lleva a la escalera junto al corral de las pinturas. Y salimos bordeando el monte hacia la Buitrera, abandonando el paraje por el camino que lleva a Los Hitos hasta entrar en la Rambla del Arabí, que recorrimos hasta que se junta con la del Pulpillo, completando divertido recorrido con el barro al límite.
El final, de todos conocido, por el Camino de Las Moratillas, hasta el abrevadero de llegada, donde, me cuentan, los supervivientes pudieron recuperar líquidos bajo un toldo y entre nubes de nicotina. Mal escenario, pero no están las cosas como para perder la bici de vista ni un instante, que los amigos de lo ajeno no descansan, y si nos roban la bici, nos quitan la vida.
Aquí el Track Oficial
Gracias, David, por las fotos.
1 comentario :
Una gratificante mañana de ciclismo, en uno de los parajes más bonitos de Yecla. La inesperada presencia de la nieve, más el recorrido por el Arabí, no sé si “integral”, pero sí el más completo que yo he hecho hasta la fecha, produjo en todos nosotros la cara de satisfacción y el sentimiento de sano gozo que no podíamos disimular ninguno.
Esta nuestra afición no es ilegal, ni inmoral, ni engorda, no sé… algo malo deberá tener, aunque todavía no nos hayamos enterado.
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