La magia del verano

Como no podía ser de otra manera, este pasado jueves dimos por finalizada la temporada de salidas nocturnas que retomaremos ya nuevamente en septiembre. Este año hemos seguido fieles a la tradición y por cuarto año consecutivo la noche ha tenido a la magia como protagonista. Ha sido una tarde noche de récords que han comenzado por el número de participantes, 41 en total, frente a la anterior marca establecida hace un par de años en 38. El recorrido ha sido el mismo que en años anteriores, si bien hemos intentado añadir una pequeña sorpresa para el grupo en torno al kilómetro 8 del camino de Sax, donde nuestros maravillosos amigos Rosa y Antonio Miguel han tenido la deferencia de invitar al numerosísimo grupo a una refrescante cerveza que ha mitigado en parte la noche tan calurosa que había salido. Después de acabar casi con el barril, proseguimos la marcha y a poco nos encontramos con la única dificultad del recorrido de la noche, el estrecho Pipa y su cada vez mayor banco de arena, que ha puesto a prueba la pericia de muchos de nosotros que, en más de una ocasión teníamos  que bajarnos de la bicicleta y hacer un buen trecho a pie. Al final todos en las Virtudes, bueno, casi todos. Nuestro amigo José Sáchez (el hijo de Paco) ha de volverse al pueblo por motivos de horario. En  fin la próxima edición ha prometido comerse dos bocadillos. La cena muy frugal y ligera  y al final y como broche la magia de Vicente, que cada año logra superarse y sorprender a un público totalmente entregado. Público entre las que se encontraban las verdaderas protagonistas de la noche. Seis bellísimas liebres que dieron por fin la nota de color de un pelotón andrógino hasta la fecha  y que supieron estar a la altura de un grupo tan exigente como es el nuestro. De verdad chicas que fue un auténtico placer el pedalear con vosotras. Espero y confío que no tengamos que esperar otro año para poder gozar de vuestra grata compañía. Necesitamos el grupo femenino de las liebres ¡¡¡YA¡¡¡. 

Siendo por fin viernes, nos hicimos la foto de rigor y volvemos al pueblo donde culminamos una esplendida noche en torno a las 2 de la madrugada y satisfechos, muy satisfechos de poder compartir unas horas con gente tan especial y sana a la que desde estas líneas les deseo un feliz verano y unas merecidísimas vacaciones.