La noche de ayer fue un tanto especial, no tanto por su recorrido (Carretera de Almansa, Pulpillo, Los Hitos, Arabí y camino de Madrid) como por la visita que realizo el grupo de 29 liebres más una incorporación en el mismo Arabí (recordar que el record lo tenemos en 30 liebres nocturnas) a la casa-mansión que tiene Antonio Martínez-Quintanilla y Maite Palao. Allí nos esperaban unas cervezas muy frías y algunas coca-colas no menos escarchadas, que supimos acompañar con una buena ración de empanadas yeclanas y unas bolsas de patatas fritas. Todo nos supo a gloria y ello ocasionó que las pilas se cargaran y la vuelta al pueblo se realizara a ritmo vertiginoso, en menos de 45 minutos estábamos en el pueblo. En total 50 kilómetros y una etapa que queda institucionalizada para años venideros (siempre y cuando los dueños de la casa permitan esa pequeña "invasión" de liebres).
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