Por sendas y bancales

Ayer sábado la salida habitual contó con la agradable e inesperada presencia de nuestro buen amigo Pepe del Ramo, el cual nos acompaño en una ruta más propia de Andy que de los que salimos, pues predominaron las sendas y también los bancales llenos de piedras y maleza. Con todo la etapa fue divertida y los más aventajados supieron esperar siempre a los menos "equilibristas". Iniciamos la etapa subiendo los montes de Brasil para encarar la subida del Fator y en ella desviarnos por el pocico Lisón para tomar la senda que desemboca en la vaguada del Puerto. La senda de bajada muy divertida (subirla ya es otra cosa) y de allí hacia la traviesa que dejamos al cruzar la rambla capellanía donde a poco nos metemos en el primer bancal yermo de la jornada para acceder a la senda de los Gavilanes que nos aboca al camino de la casa del Cañajar. Dejamos a nuestras espaldas esta casa para ir en dirección al Madroño cuyo camino seguimos para que después de un buen trecho nos adentramos nuevamente en un frondoso bancal lleno de múltiples y variadísimas piedras. Salimos de el y cogemos el camino que nos conduce al geodésico de los Gavilanes. Almorzamos allí y nos hacemos la foto que veis. La bajada, pues 5 liebres por una senda terrorífica y tres por el camino "teleférico" de los Gavilanes. Una vez reunido el grupo de nuevo, vamos hacia una nueva senda, la de los Picarios, la hecemos, la bajamos, cruzamos la carretera de Jumilla y nos encaminamos a la cuesta de la flor que nos reconduce al pueblo donde a las 11 llegamos después de recorrer 48 kilómetros de sendas y bancales ciclables al 99% que diría Andy.