domingo, 15 de mayo de 2016

SAN ISIDRO LABRADOR PÁJARO QUE NUNCA ANIDA…

Al contrario que la voluble climatología en época de San Isidro, en el Club Las Liebres mantenemos nuestras costumbres y tradiciones año tras año, y el sábado del desfile de las carrozas, realizamos nuestra ya clásica ruta al Monte Arabí.

Partimos por el camino del Lentiscar hacia las Atalayas, monte que faldeamos casi en la mitad de su perímetro, y desde aquí nos dirigimos a la Casa de Don Lucio y Casa Marta, para pedaleando por caminos maravillosamente malos y rotos, adentrarnos en la Rambla del Morteruelo, que hacemos en sentido ascendente, siendo igualmente de fácil y bonita que bajarla, aunque un poco más exigente.

Fotos cortesía de Patro (Selfie men)
Al salir de la rambla, ya en el Monte Arabí, hicimos una breve parada para avituallarnos, y terminado éste, seguimos con un doblemente gratificante recorrido ecológico-cultural por este mágico monte, recientemente declarado Monumento Natural. Esperemos que esta declaración no sirva de excusa para hurtar a los ciudadanos, que lo visitan de manera respetuosa y responsable, el acceso y disfrute de este singular espacio.


Salimos del Arabí por el camino de la Buitrera, hacia la Casa del Requeté, buscando las ramblas de Las Atalayas y del Agua Salada, que negociamos con gran rapidez, debido al buen estado de su firme, ya que las últimas lluvias han compactado sus habituales arenas.


Llegados al Pulpillo, al tomar el Camino de las Moratillas, en lo alto de la primera loma, vimos dos majestuosas águilas que nos sobrevolaban. Y no sé si fue esto lo que provocó la estampida de Los Liebres, que se lanzaron a toda velocidad por el camino, mientras las águilas nos observaban indiferentes y altaneras, como pensando: corred, corred, que si no fuera por vuestro tamaño, por velocidad no os escaparíais de nuestras garras.


Con viento de cola, el Camino de las Moratillas lo devoramos rápidamente, para hacer la entrada al pueblo, como no podía ser de otra forma en tan señalado día, por el Camino de San Isidro. Santo al que homenajeamos al terminar la ruta, tomándonos unos modestos frutos del campo y unas refrescantes cervezas.

No hay comentarios :