viernes, 15 de febrero de 2013

San Valentín

Para celebrar al santo más comercial y alienígena de nuestro vasto santoral, el jueves noche nos dimos cita un nutrido grupo de liebres, a razón de una por cada día del mes, hasta totalizar el mismo guarismo que ostenta el día del patrón de los enamorados.
Para asegurar una ruta sin sobresaltos nos encaminamos a hacer una de las clásicas nocturnas del calendario habitual, con apenas un par de variantes.
Para llegar a la Fuente del Pinar dejamos el clásico Camino de los Aragoneses llegamos por la Casa Valentejos hasta la Casa de la Hoya del Río y pasando por la Casa del Miedo y desenredando alambres de alguna rueda, llegamos al camino de la Fuente del Pinar.
Pronto abandonamos la pista para entrar, a mano izquierda, en el disgregado camino que entre pinos y sudores llega al pilón de Tobarrillas, donde nos reagrupamos y bajamos las pulsaciones tras la exigente subida.
Avanzamos un poco más hasta la Loma de los Caballos, máxima cota de la noche, para tomar un bocado, echar unas risas e inmortalizar el momento con la foto que veis.
Desde aquí bajamos a la Casa de los Tres Pinos, para buscar el camino de Jódar por un zigzagueante recorrido que terminó de marear y despistar a las liebres nocturnas, si es que a esas alturas quedaba alguna que sabía dónde estaba con exactitud.
Casas del Sopa,  Bañón,  Jaime, Tallada, Los Aljibes, Morra, del Nene y la vuelta por donde mismo habíamos empezado para llegar sobrados antes de las doce con más de 43 km en una agradable noche, a ratos fría y con ritmo intenso en la mayoría de sus tramos.

Saludos y hasta el sábado.

Texto: Juan Ramón. Foto: Manolo Lidó.

2 comentarios :

Diego dijo...

Muy poco románticos los chistes de parejas que se contaron, pero muy graciosos. La verdad es que lo pasamos muy bien en nuestras salidas.
Por otra parte si seguimos con el “ritmo intenso” que estamos haciendo las últimas nocturnas, me pregunto ¿es este el ritmo del grupo al que nos debemos adaptar?, porque como se dice en la entrada “Respeto y Compañerismo” debemos adaptar el ritmo tanto los de detrás como los de delante, para encontrar un ritmo intermedio que posibilite que permanezcamos unidos como grupo.

Francis dijo...

Yo me lo pase fenomenal,pero cada vez me infunde mas respeto la velocidad, los caminos y la noche....me estoy viendo bien ahora como para sacrificarme en una caida nocturna que me deje en el dique seco por una larga temporada...si me tiene que volcar alguna piedra que sea el meteorito de esta noche.