Así ha sido, la nocturna numero 10 como reza en el track, la hemos empezado en Enero, y la terminamos con un par de minutos consumidos de Febrero, en el horario previsto nos hemos dado cita 13 liebres nocturnas, para completar un recorrido de 37 km. con 530 m. de desnivel, salimos por hacia el colorao por el vertedero, para dirigirnos hacia el paint-ball, salir hacia la Anchura, pasando por la casa que da nombre al paraje, para llegar a la casa del Alto, y bajar por la Flor.
La temperatura en el recorrido a veces primaveral la mayoría del mismo y al final tras el ultimo descenso fría invernal, pero en general muy muy agradable.
Hoy hemos pasado por ciertas casas que no recuerdo el nombre donde Diego, ha contado cosas curiosas de una de ellas, le dejo a el si le parece que la comente, pues yo iba mas pendiente de no caerme y no le he podido escuchar bien.
Aquí os dejo la foto, y buenas noches a todos, en especial a Fran, el Sábado mas...
5 comentarios :
Gracias por la dedicatoria. Como ves por la hora, aquí estoy, esperando la entrada y que mi hijo el pequeño se duerma.
Fran.
Una ruta entretenida, variada y completa. Y por si fuese poco, con un tiempo muy agradable, la noche estrellada y la luna brindándonos un espectáculo en su salida. Esta la guardamos para el repertorio definitivo.
Muy buena ruta Juanra!!!puedes seguir innovando..
La ruta de anoche, a pesar de mis recelos iniciales, ya que el año pasado rompí la cadena de la bici en un recorrido similar, fue como ya se ha dicho aquí muy variada y bonita. Para repetir de vez en cuando. Enhorabuena al artífice de la misma.
En cuanto a las anécdotas del paraje por el que transitamos “Las Ramblas de Panizo”, allí ocurrió un curioso y terrorífico suceso a principios del siglo pasado, y otras leyendas anteriores, que si alguna liebre está interesada ya contaré en un momento propicio. (Una noche sin luna en alguna de las casas en ruinas donde solemos fotografiarnos.)
Al llegar a casa y tras la reconfortante ducha una vez metido entre sabanas vas repasando mentalmente todo el recorrido y descubres que ha sido muy entretenido y agradable. En ocasiones los GPS han hecho de las suyas, pero ha sido algo anecdótico. Las historias de Diego fueron muy interesantes y en ocasiones creímos ver sombras que susurraban en la oscuridad y algunos incluso apuramos el ritmo tras oír el tañir cercano de una campana agitada por algún sacerdote fallecido hace años. Por cierto la casa que menciona Manolo y que no recuerda es la casa Patacolin......donde hace décadas sucedió todo......
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