Hoy sábado, con una mañanita fresca de otoño, hemos aparecido por nuestra querida fuente de los leones nada más y nada menos que 24 liebres. Entre las cuales vimos a viejos conocidos que estaban ya tiempo sin salir con el grupo, algunas liebres PRO en post-temporada y con un ojo puesto en Riópar, así como alguna cara nueva.
Siguiendo la ruta prevista, nos hemos dirigido por el camino de la Fuente-Álamo hasta la cuesta de la Flor, tomando como ya es costumbre la variante Komokabras. En la Flor a más de uno se nos ha pasado el frío de repente, y ya en la Casa del Alto nos sobraba ropa por todos lados. Después han venido los entretenidos sube y baja de los Bujes y, tras estos, bajada hacia la Fuente del Pino, unos por la senda, otros por la pista.
Nos hemos encaminado entonces al barranco del Bonaire, desde el cual se podía ya apreciar de forma imponente nuestra cima-destino. La subida, a ritmo tranquilo, ha permitido las amenas charlas, y alguna picadilla final. Arriba en el collado nos hemos reagrupado, y aprovechando que el grupo se iba a dividir debido a que algunos debían volver pronto a casa, nos hemos fotografiado.
Después un grupo vuelve a Yecla, el resto tomamos, esta vez sí, el camino correcto que sube al punto geodésico de Peñarrubia. El camino, roto, pedregoso, tortuoso, empinado, deja una bonita postal: por delante los más hábiles haciendo equilibrios para no echar el pie a tierra y poder subir hasta arriba sobre la bici. Por detrás los que en algún momento de la subida hemos perdido comba y ya no encontrábamos posibilidades de volver a remontar la cuesta sobre la bici, y terminamos subiéndola con ésta del ramal. Todo un reguero de ciclistas y andarines deseando que acabase aquella cuesta, sobre todo porque al final, arriba, almorzábamos, que falta nos iba haciendo.
Tras la reposición de fuerzas, bajada ultra-rápida (pero con cabeza) hasta la pista de la Cingla donde de nuevo nos volvemos a dividir, Fran, Diego, Miguel Lucas y yo volvemos por el camino del Gamellón a Yecla. El resto ha continuado con la ruta prevista: senda de la Cingla, senda de los Condenados, senda de los Picarios, senda Mateo, Rambla de Vera y Castillarejos. Mis fuentes me indican que han sido solo 6 las liebres que terminado la exigente ruta de esta mañana, con algún aparatoso revolcón postrero que, por suerte, no ha tenido mayor importancia. Nos vemos en la próxima.
Nos hemos encaminado entonces al barranco del Bonaire, desde el cual se podía ya apreciar de forma imponente nuestra cima-destino. La subida, a ritmo tranquilo, ha permitido las amenas charlas, y alguna picadilla final. Arriba en el collado nos hemos reagrupado, y aprovechando que el grupo se iba a dividir debido a que algunos debían volver pronto a casa, nos hemos fotografiado.
Después un grupo vuelve a Yecla, el resto tomamos, esta vez sí, el camino correcto que sube al punto geodésico de Peñarrubia. El camino, roto, pedregoso, tortuoso, empinado, deja una bonita postal: por delante los más hábiles haciendo equilibrios para no echar el pie a tierra y poder subir hasta arriba sobre la bici. Por detrás los que en algún momento de la subida hemos perdido comba y ya no encontrábamos posibilidades de volver a remontar la cuesta sobre la bici, y terminamos subiéndola con ésta del ramal. Todo un reguero de ciclistas y andarines deseando que acabase aquella cuesta, sobre todo porque al final, arriba, almorzábamos, que falta nos iba haciendo.
Tras la reposición de fuerzas, bajada ultra-rápida (pero con cabeza) hasta la pista de la Cingla donde de nuevo nos volvemos a dividir, Fran, Diego, Miguel Lucas y yo volvemos por el camino del Gamellón a Yecla. El resto ha continuado con la ruta prevista: senda de la Cingla, senda de los Condenados, senda de los Picarios, senda Mateo, Rambla de Vera y Castillarejos. Mis fuentes me indican que han sido solo 6 las liebres que terminado la exigente ruta de esta mañana, con algún aparatoso revolcón postrero que, por suerte, no ha tenido mayor importancia. Nos vemos en la próxima.
5 comentarios :
Buena cronica Juanmi,sigue asi
Sí verdaderamente tortuoso el camino de subida a Peñarrubia, pero el esfuerzo merece la pena por las vistas que se divisan desde la cima.
Como siempre ha sido un placer, aunque a veces agonístico, rodar en compañía de tantas Liebres.
Excelente relato de lo ocurrido Juanmi.
Siento no haber podido completar la jornada, pero a veces toca elegir entre lo bueno y lo mejor. Tenía que acompañar a la Banda de Música a su actuación en Manzanares y en verdad que mereció la pena interrumpir la ruta por disfrutar de la música de nuestros paisanos. Y desde aquí os recomiendo a todos que el próximo domingo 2 de diciembre asistáis al Concierto de Santa Cecilia, a las 19 h. en el Concha Segura. Os sorprenderá lo que escucharéis.
Juanmi, gracias a tu crónica, no me he perdido la etapa del todo. Sigue así: me gustan tus relatos.
No veo el momento de ponerme el uniforme que tanto hecho de menos, luego me tocará sufrir más de la cuenta, pues a buen seguro y tras más de un mes de parón mi forma física se habra esfumado considerablemente, pero la bici es lo que tiene has de sufrir y padecer para poder disfrutar de ella a partes iguales. Un abrazo a todos y si que es cierto, tenemos en Juanmi otro excelente cronista.
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