sábado, 5 de mayo de 2012

Sábado, cinco de mayo de dos mil doce.

A las ocho de hoy sábado una, por fin, numerosa representación de liebres nos hemos dado cita en Los Leones. Solo que una mitad hemos tomado rumbo a La Flor, según el guión previsto y la otra mitad, las liebres-pro, han tomado la carretera con sus flacas monturas de ruedas finas. A soltar piernas para la carrera del domingo, aunque sospecho que la meta la habrán montado en algún bar, a mesa puesta, para cargar los depósitos de glucógeno y vaciar el barril de la cerveza, también para la carrera del domingo. Ellos contarán.
Bajo el mismo cielo plomizo que nuestros compañeros, once liebres, suficientes para echar un partido, hemos tomado el camino de la Fuente Álamo, dejándolo para afrontar la cuesta de La Flor; primer calentón del día y primera reparación de la bici de repuesto de Andrés.
Pasada la Casa del Alto, Manolo nos deja sin su grata compañía. Hay que trabajar, que casi es una suerte. Siguiendo la ruta habitual llegamos al recién arreglado camino de Los Bujes que nos lleva hasta las inmediaciones de La Fuente del Pino, donde podemos comprobar el deficiente funcionamiento de su depuradora. Antes de iniciar la ascensión por el Barranco del Bonaire hay que reparar por segunda vez el sillín de Andrés y se descubre que la bici de Agustín ha perdido un tornillo y no va demasiado católica. Llegados al alto del collado, Andrés toma rumbo a casa harto de penar en su bici de repuesto. Nuestros mejores deseos para su "francesita", a la que deseamos un pronto restablecimiento.
Almorzamos sentados en unos pedruscos a la orilla del camino que nos volverá a meter en un bancal (es nuestro sino) camino del alto de Peñarrubia, al que llegamos con más pena que gloria, al menos en el sector al que a mi me ha tocado pertenecer. Allí, las imponentes vistas y los relatos alpinistas de Pepe Sánchez hacen que algunos notemos que nos mueven el suelo al imaginarnos colgados como jamones en semejante cortado sobre el vacío.



La bajada, tremendo canchal del piedra plana y suelta, pasa factura a la rueda trasera de Fran, a la que hay que meter aire. A pocos cientos de metros, definitivamente hay que desmontar y colocar cámara. Tras la reanudación llegamos a la pista de la Cingla y  al inicio de su senda, donde Agustín y Simón deciden separarse del resto para llegar antes a casa. Los siete supervivientes recorremos la senda de la Cingla en el sentido de subida pudiendo comprobar que es ciclable casi en su totalidad, con puntuales tramos a pie motivados por afloramientos rocosos que resultan peligrosos a muy baja velocidad. Con el terreno mojado el recorrido puede ser realmente peligroso y desaconsejable.
Tras bajar el tramo final de la pista y cruzar la traviesa, llegamos a las inmediaciones del Calderón. Aquí Fran, José Pascual y Francisco tienen que tomar la vía directa a Yecla, con lo que quedamos cuatro supervivientes: Javi y Pepe Sánchez, vivitos y coleando, Juanmi, esquivando hábilmente los mazazos, y un servidor que hoy no ha tenido su día y he terminado más muerto que vivo.
Hemos recorrido la senda del Cerro de los Condenados, la senda de Los Picarios y la Senda de Mateo. Y para terminar, saltándonos el protocolo previsto, hemos cambiado la Rambla de Vera por un Tour guiado por Javi recorriendo una "ramblica toda en bajada"  por el Monte Colorao que ha supuesto la puntilla para mis doloridas piernas y mi abotargada cabeza, hasta el punto de llegar a no saber dónde me encontraba.
Al final, a la una y media en casa, con cincuenta y nueve kilómetros y más hambre que un carlista. Pero ha estado bien, muy bien. Una salida "tipo liebres", a la que no ha faltado nada y a la que sólo han sobrado averías y abandonos.
Descarga del track de la ruta:
Distancia recorrida: 58,95 kilómetros
Altitud min: 589 metros, max: 934 metros
Desnivel acum. subiendo: 1.205 metros, bajando: 1.205 metros
Grado de dificultad: skill Moderado
Tiempo:   5 horas 43 minutos
Fecha:  mayo 05, 2012
Finaliza en el punto de partida (circular):   Sí
Coordenadas: 4895

2 comentarios :

Juanmi dijo...

Genial la ruta, dura, más de lo que parece pero que bien nos lo hemos pasado. Genial crónica.

simon dijo...

me ha gustado el recorrido estoy conociendo rutas y parajes nuevos para mi espero terminar alguna enteras buen royo en la peña un saludo