La salida del sábado de hoy, 27 de octubre de 2012, podemos decir que es la primera diurna del grupo desarrollada bajo el tiempo típico del otoño.
Una numerosa participación: 16 liebres en el punto de reunión. A lo largo de la mañana el grupo ha ido perdiendo unidades hasta quedarse en los siete que hemos terminado tomando una merecida cerveza en "La Mesa".
Hoy no había ruta prevista. De manera que tras la inspección del cielo, las nubes y los vientos y el necesario debate, hemos puesto rumbo a la Fuente del Pinar por el Camino de los Aragoneses, que hemos recorrido, una vez más, con los ojos casi cerrados; unos por sueño y otros por aburrimiento en la enésima vez que la magnífica encina del km 10 nos ve pasar este año.
Las lluvias de esta semana nos han brindado un terreno en óptimas condiciones para la bicicleta de montaña. La subida hasta la Casa Almendros nos ha parecido distinta sin una mota de polvo. Tomando dirección a Jódar nos hemos desviado a derecha para evitar el barro en la Casa de los Tres Pinos. Hemos recorrido la Loma de los Caballos y gracias a un despiste en un cruce, hemos terminando en lo más alto, a 924 m pudiendo disfrutar de una magníficas vistas que han recompensado el duro esfuerzo. También hemos podido comprobar con satisfacción que el monte se está recuperando en toda la zona quemada en el desastroso incendio de hace unos doce años.
Tras un breve "cruzamonte" volvemos a la improvisada ruta que nos llevará hasta la torre de vigilancia de Jódar. El trayecto, por un terreno húmedo y a tramos muy arramblado, nos ha subido las pulsaciones a más de uno. En un improvisado abrigo hemos repuesto las fuerzas y sin entretenernos demasiado, que el viento frio no era agradable, hemos vuelto sobre nuestras rodadas para bajar hasta la Casa Jódar disfrutando de un rápido y divertido descenso por caminos en un magnífico estado, entre una vegetación que rebosa con fuerza llenándolo todo después de la dura sequía que hemos padecido este año.
Por la Casa del Boticario llegamos a cruzar la carretera de Almansa, tomando dirección a la senda de los molinos de Tobarrilla en la que algunos nos falta el aire subiendo y a otros se les amontona la faena bajando. Ya en las Casas de la Perdiz, buscamos la senda que cruza el collado hacia donde estuvo la Casa de Marisparza para volver a Yecla por la ruta de las Motarillas.
Ha sido una magnífica mañana. El tiempo nos ha respetado, el terreno está en unas condiciones inmejorables. El campo y el monte, húmedos, verdes, amarillos, nos ofrecen posiblemente el mejor paisaje que podemos disfrutar en todo el año en nuestro entorno. Así que no seáis perezosos y salid a disfrutar de vuestras bicis que no vamos a tener muchas oportunidades como éstas.
Enhorabuena, Manu, por esta magnífica foto. |
1 comentario :
Desde luego, que bien sientan estas mañanas de deporte, compañía y pedaladas.
Una mañana de otoño + Tobarrillas + Liebres = Piernas cansadas + "Mens sana"
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