Fieles a la tradición, este pasado jueves la salida nocturna ha tenido como colofón unos generosos churros con chocolate. La etapa ha sido corta, subiendo por los altos de Caudete, casa de los Parrancas para tomar la senda que nos desemboca en el inicio de la bajada al Sombrerero y de allí cruzando fugazmente la carretera dirigirnos hacia la Dividilla. Luego cantera del Fato y paralelos a la sierra del Príncipe llegamos por fin al recinto ferial tras 29 rapidísimos y polvorientos kilómetros. Degustamos unos sabrosísimos churros (porras realmente) con un chocolate caliente que nos supo a gloria bendita y que reconfortó nuestros cuerpos parcialmente, al menos para seis de nosotros que continuamos la marcha nocturna recalando en el Puntillo donde dimos la nota de color y donde terminamos la noche con una fría cerveza que hizo que durmiésemos como auténticos "angelicos".
1 comentario :
Con tanto churro, tanta cerveza y tan pocos kilómetros no va a haber forma de rebajar la barriga veraniega que lucimos unos cuantos.
Salud.
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