lunes, 30 de abril de 2012

Un domingo cualquiera


Como es costumbre los domingos, a las 8:30 nos hemos presentado 7 liebres en los leones. Entre dudas hemos decidido subir hacia las siempre entretenidas Tobarrillas. Comenzamos a pedalear hacia el camino que lleva a la casa del Nene y subiendo por la linea dividilla del termino, entre charcos y barro de la lluvia de ayer, por la casa de los aljibes, casica palabra y, tras una breve y rápida emboscada, llegando a la casa del inglés. Desde allí hemos continuado por el camino hasta cruzar la carretera de Almansa para salir al camino de la Perdiz. Una vez allí buscamos la senda que sube a los molinos o aerogeneradores, que a la postre nos darían pie para la grata conversación del almuerzo.



Tras el refrigerio, dos de nosotros parten para el pueblo por diferentes compromisos horarios. El resto continuamos la ruta bajando la pronunciada senda que lleva a la Casa de la Perdiz, siguiendo por la senda del collado de la Cava, hasta las inmediaciones de la Marisparza. 


 Desde allí, continuamos nuestro camino “arreglando el mundo” y nuestro querido pueblo, lo que nos entretiene por los llanos de la estepa yeclana. Nos encaminamos hasta el Pulpillo, cruzamos la carretera de Montealegre, y avanzamos hasta la zona de la Carrasquilla, para acercarnos hasta la parte más divertida del día. Subida y bajada posterior de la senda del pocico lisón hasta el camino de la umbria del factor accediendo al collado de la casa del cerro, donde nos dirigimos hasta el último y más difícil tramo del día: La senda del “penaero” que diría Juan Ramón (del penar que nos hace pasar a algunos). Hasta llegar allí de nuevo emboscada y bancalbike (no hay camino). Yo era el único que no conocía el penaero y vaya con la sorpresa que me esperaba. “Un poco extrema” me advierte Chinchilla.
En el penaero



Después de pasarlo como críos en el “penaero” y guiados por Paco y Leo, hemos disfrutado más todavía en la bajada por la clásica senda de la magdalena, de ahí pa’l pueblo, donde llegamos a las 13:00, con 60 km. en el cuerpo y caras de satisfacción de las que te dejan estas magnificas mañanas de bici  un domingo cualquiera.  

2 comentarios :

JRChirlaque dijo...

Buena crónica, fiel reflejo del buen ambiente y el carácter del las rutas de las liebres.

Anónimo dijo...

Solo leyendo me emocionado, muchos detalles, habrá que repetirla algún día, para que la suframos mas liebres, excelente crónica .