viernes, 30 de octubre de 2015

¡¡DEPRISA, DEPRISA… QUE VIENE EL FRESCO!!

Este jueves noche, a pesar de la plaga de lesiones y bajas que nos asola a Las Liebres nocturnas, nos hemos reunido un aceptable grupo de participantes, para recorrer la nocturna nº 7, que es una de esas que tienen especial encanto.

Nada más salir, varios integrantes del grupo, que debían haberse dejado la olla en el fuego, y temían que se le quedase sin caldo, avivaron el ritmo, que ya se mantendría así durante todo el recorrido, eso sí con los reagrupamientos oportunos para que el grupo no se dispersara demasiado. El compañerismo de los Liebres es un valor que no se pierde.

Al llegar a la Casa de Don Mariano, salen a nuestro encuentro dos “simpáticos” perros, que por el tamaño podrían tirar de un arado, pero nosotros siguiendo las enseñanzas de la conocida fábula, no les hacemos el menor caso y seguimos nuestro camino hacia la Casa de las Cebollas y la Casica Palabra, ascendiendo la dura y larga subida hasta la Loma de los Caballos, camino que recorremos, sorprendiéndonos en su parte umbría varias zonas encharcadas y con barro, que sorteamos lo mejor que podemos. Aquí hacemos una breve parada para un ligero avituallamiento y aprovechamos para hacernos las fotos.




Seguidamente bajamos por la Casa de los Almendros y la Simpuerta en veloz descenso, para llegar al colofón de esta nocturna, Valentejos.

Valentejos es nuestra pequeña Roubaix, hoy con un piso inmejorable: húmedo, compacto, con mucho agarre. Hoy no se ha pasado deprisa… se ha volado bajo.


Para terminar, en esta noche fresca, pero con buena temperatura para la práctica de la BTT, hemos disfrutado de dos horas de diversión, recorriendo 42 km con una excelente compañía.


1 comentario :

JRChirlaque dijo...

Con semejante plantel de "Finishers" y "aguantapalizas" de las últimas bike-marathon, nadie se asombra porque las liebres vuelan ni porque los perros, a su paso, salgan con el rabo entre las patas.