domingo, 29 de junio de 2014

Premio de Consolación

Después de la paliza del sábado, cuya segunda parte con los estragos de Fran y el tío del Mazo estoy deseando conocer al detalle, cinco Liebres Domingueras nos hemos dado cita para hacer una etapa sin demasiadas pretensiones pero que al final ha cubierto de sobra nuestra expectativas: hacer hambre y pegarnos un buen almuerzo.

Mololito a la entrada del Camino de Santiago en término de Montealegre.
Hito del Camino. Al fondo, el Cerro de los Santos.


Hemos salido a buen ritmo y cara al viento por la Maneta y las Moratillas detrás de la moto del presidente, que no nos ha dado ni un respiro hasta salir de la Rambla del Pulpillo ya en las Casas de Almansa. Él, otro día más con prisas, se ha tenido que volver pronto y nos hemos quedado solo cuatro.
Hemos seguido la Cañada Real de los Serrano hasta abandonarla siguiendo el Camino de Santiago del Sureste. Un interesante recorrido mucho más ameno y seguro que la cuneta de la carretera. Como curiosidad, hemos llevado delante nuestro un águila rebuscando conejos en el monte bajo. Habrá que dar parte a las asociaciones que las protegen para que cierren el camino al paso de bicicletas no sea que se asusten.
Al divisar la naves de Montealegre nos desviamos a izquierda por el camino de la Venta para cruzar la carretera y retomar la vía pecuaria por el Llano de la Consolación.

Acueducto "Arcos del Molino"

Canal de agua que abastecía el molino desde la fuente del Llano de la Consolación.

Cubo del molino.
Parada obligada a ver los restos del acueducto y el molino harinero que se construyó en 1700. Merece la pena visitarlo y subir a lo alto para ver el canal y el cubo del molino.
Tras la parada, almuerzo pantagruélico en el bar de las barbacoas de la ermita. Hemos llegado muy temprano y el ranchero no ha terminado de hacer las gachas. Entre trago y oliva se ha pasado el tiempo y la espera ha merecido la pena. La vuelta, ahora con el viento a favor, ha sido muy cómoda, por los Campillos del Hambre, las Ramblas, la Buitrera y las Atalayas. Os recuerdo que en la Casa del Lagrimón hay un aljibe con agua buena por si alguien necesita echar agua para apagar el ardor de las gachas.
Una ruta fácil, por parajes emblemáticos del término e interesantes vistas que nos puede servir a la vez para llenar la mañana y el estómago.
Menú del día.
Track de la ruta pinchando aquí.

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