domingo, 19 de junio de 2022

LO QUE NOS UNE.

 Hace más de doce años la administración competente estampó su sello, de goma, de los de antes de la administración digital, al pie de los estatutos del Club Btt Las Liebres Yecla. Todo empezó casi sin pensarlo. Un par de amigos quedan para salir en bici. Cada uno llama a otro y, cual negocio piramidal, el grupo crece a la vez que su entusiasmo por descubrir el inabarcable laberinto de caminos y senderos que nos había rodeado desde siempre y sin saberlo. 



Más de ciento cincuenta Liebres han cumplimentado la ficha de socio y han compartido algunos de los casi 100.000 km programados en todos estos años. Las rutas del sábado, por Yecla, de larga distancia o de turismo bttero, las nocturnas, todos  los jueves y, en temporada, los martes. En tiempos, la repesca de los domingos de quienes trabajan el sábado. Sin olvidarlos de las memorables travesías de varios días que tan buenos recuerdos nos dejaron y nuestra entrañable Vuelta al Término. 



Rutas largas, cortas, interminables, cómodas, imposibles, rodadoras, o de alta montaña. Pero todas con un denominador común: buen ambiente y compañerismo: lo que nos une. Un pelotón que saliendo en grupo vuelve sin dejar a nadie atrás. No cuenta que alguna vez se nos haya perdido alguien, porque al final lo hemos encontrado. 

Con el paso de los años los intereses se diversifican y especializan. La bici de carretera ha enganchado a muchos. A otros la marcha del grupo se les queda corta. Con la edad, algunos prefieren un ritmo más sodegado y contemplativo. Pero la ruta del sábado siempre ha estado ahí: en medio de todo y de todos. Y se ha mantenido como nexo de unión con los compañeros del Club y punto de encuentro  por el que casi todos se pasan, de vez en cuando, aunque solo sea para saludar y compartir unos pocos kilómetros. 

La grandeza de Los Liebres ha sido poner el foco en lo que nos une, pasarlo bien haciendo algo que nos gusta: la bici.. Montar en bici, hablar de bicis, celebrarlo y comer de vez en cuando y dejar a un lado lo que nos pueda separar. Cada uno tiene su manera de ser y de pensar. Antagónicas en muchos casos, seguro. Pero siempre hemos sabido mantener la unión y el bien ambiente. Ha bastado tener presente qué era oportuno y qué no en cada momento. Así de sencillo y de complicado a la vez.

En un grupo tan numeroso es imposible agradar a todo el mundo a la vez. Es evidente y no pasa nada. Cada cual participa en lo que más le va en cada momento y al final la gente se agrupa según sus preferencias de ruta o afinidaes. Carreteros, ebikers endureros, rodacaminos o padres domingueros. Y para todo lo demás, la ruta de los sábados desde la Fuente de Los Leones.

Al principio, Los Liebres salían en bici de montaña. Me atrevo a decir que nadie usa la misma de cuando empezó. A las rígidas de 26 siguieron las dobles de 29, las de carretera y ahora las eléctricas. Lejos de separarnos, la diversad de opciones ha multiplicado las posibilidades de conexión entre los miembros del Club. La diversidad no divide, sino que multiplica las posibilidades de compartir con el grupo esfuerzo y diversión. Y las ebikes han llegado para quedarse y para enriquecer el repertorio de posibilidades para disfrutar dando pedales. Y que nadie se engañe. La pregunta no es si compraremos alguna vez una ebike. Es respuesta todos la sabemos. La pregunta es cuándo lo haremos. Y cuando lo hagamos, se nos abrirán nuevas posibilidades: seguir haciendo lo mismo que hacíamos, las mismas rutas, con la misma gente, pasarnos al "lado oscuro" cambiando culotte por bombachos y lanzarnos a dar el esquinazo a los agentes forestales bajando a todo trapo las trialeras del Carche o del Arabí, ampliar nuestros horizontes más allá de lo que estábamos acostrumbrados a abarcar y, por qué no, volver a hacer esas salidas épicas de antaño que hoy se nos antojan imposibles a nuestra edad y con la irrecuperable condición física que arrastramos algunos. Ni que decir tiene que ninguna opción excluye a las demás. Qué tontería. Acordáos de que se trata de multiplicar, nunca dividir.

Pero, aparente y lamentablemente, la ebike ha traído la división al Club. Parece que algunos no entienden que cuando una ebike se presenta en Los Leones a la hora de la salida, su dueño acude a disfrutar la ruta del sábado en compañía de gente a la que aprecia. Haciendo lo que los demás, al ritmo del grupo, sin ningún otro afán. Para batirse la badana y exprimir la batería en trialeras imposibles, los ebikers ya se organizan sus propias rutas. Y si en alguna subida puntual se desfogan entre ellos, tampoco es para tomárselo en cuenta. En el fondo todos llevamos dentro un niño que se nos escapa en cuanto bajamos la guardia. 



Si gracias a estas nuevas ebikes la edad, la forma, o las facultades físicas ya no son un impedimento para seguir formando parte activa del grupo, bienvenidas sean. Lo inteligente será saber aprovechar en cada momento tanto las nuevas opciones que nos brindan, como la posibilidad de seguir haciendo lo que siempre hemos hecho: pedalear y disfrutar. Durante muchos más años, por las rutas de siempre y  por las que nos faltan por descubrir.

Salud y pedaladas.

5 comentarios :

Anónimo dijo...

Nada que añadir...solamente decir que, seguimos sumando...

Anónimo dijo...

A seguir.... sumando....

Anónimo dijo...

Y evolucionando...

Anónimo dijo...

Es la realidad y el que piense lo contrario allá su consciencia.....

Anónimo dijo...

Me parece muy bien acertado. Que vayan viniendo zagalicos con bicicletas eléctricas y así poder disfrutar de su afición y poder medirse con otros muchos más jóvenes y fuertes.