martes, 26 de abril de 2016

PEDALES DE SEGURA 2016

III Edición de esta clásica primaveral del calendario anual del club que ha estado a la altura de las ediciones anteriores y ha cubierto, sobradamente, las expectativas del siempre exigente grupo de liebres y en la que, de nuevo, hemos podido comprobar que para descubrir y pedalear por senderos y paisajes espectaculares no es necesario desplazarse a lugares remotos ni montañas lejanas, si no que basta con visitar nuestros cercanos bosques del sur. 
Espectaculares senderos, exigentes subidas, rápidos y técnicos senderos de descenso y, como no, las risas y el buen trato de los posaderos/as, así como la abundante comida, han dado un carácter especial a esta nueva edición.
133 km y unos 4.000 m de desnivel, repartidos en 2 días, pedaleando por caminos y senderos tradicionales del parque natural de Cazorla, Segura y las Villas, acompañados de los paisajes del Calar de Marchena, los Campos de Hernán Perea, las agrestes estribaciones del Banderillas, valles olvidados, cortijos en ruinas, pueblos abandonados, Cañón del río Segura, Despiernacaballos, Puntal de las Buitreras y, mención especial, al alucinante sendero del puerto de Marchena a Miller. Una verdadera delicia poder disfrutar de estos lugares en bicicleta de montaña, junto a un grupo de amigos, ajenos al reloj, al cronómetro, a las prisas, al estrés y a las preocupaciones cotidianas. Un tratamiento médico que habría que repetir cada primavera.
Etapa 1: Venta Ticiano-Banderillas-Pontones (76,5 Km. 2.300 m D+)
A las 9:00 h nos ponemos en marcha, desde Venta Ticiano, en dirección a Santiago de la Espada, con un cielo nuboso y amenaza de lluvia. Poco después nos desviamos, a derecha, por un camino, pasamos junto a un cortijo y finaliza el camino. 
A continuación nos metemos en un sendero-emboscada, no ciclable y bastante cerrado por la vegetación. Comienza a llover y, después de algunos despistes y bastante tiempo perdido, volvemos de nuevo a una pista (en el track adjunto el recorrido discurre por una variante por carretera, bajo la aldea de La Muela, que evita este sendero-emboscada).
Poco después nos desviamos por un sendero que bordea, primero en ascenso y después en entretenido descenso, la Molata de los Cenajos Blancos.
Continuamos por solitarios caminos y carriles acompañados del paisaje kárstico del Calar de Marchena.
Salimos a una pista asfaltada (la que viene desde La Toba por el puerto de Despiernacaballos) y seguimos en dirección a la carretera de Santiago de La Espada a Pontones. Después de 5,8 km de esta última, nos desviamos, a izquierda, hacia los Campos de Hernán Perea.
Pasamos junto a la fuente de la Paloma y la Chaparra (recomendable no dejar pasar alguno de estos avituallamientos líquidos) y seguimos pedaleando por este desierto pétreo de singular belleza. A la altura del refugio Campo del Espino continuamos en dirección al pico Banderillas. Comienza a llover de nuevo justo cuando acometemos las fuertes, pedregosas y rotas rampas de acceso a la cumbre. 
Acaba el camino y continuamos bajo una fina lluvia y una densa niebla, ya andando, los cientos de metros que nos separan de la cumbre del Banderillas (1.993 m). Una verdadera lástima que no podamos disfrutar de las espléndidas vistas del corazón del Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas.
Nos resguardamos dell frío y de la lluvia en una caseta-refugio próxima a la cumbre y aprovechamos para comer. Termina de llover y nos lanzamos pista abajo en un rápido descenso.
Bordeamos el Morro del Cagasebo y descendemos por el camino de Las Espumaredas a uno de los valles más bonitos, recónditos, tranquilos y espectaculares del parque natural.
Una delicia y una gozada poder pedalear por este bucólico y olvidado valle.
Dejamos a un lado la Hoya de la Albardía y otros cortijos en ruinas y llegamos a la aldea abandonada de Los Centenares. Testigo mudo y cruel ejemplo del abandono y el olvido al que se ha condenado a estas aldeas y caseríos obligados a desaparecer por expropiación forzosa de la administración y cuyos habitantes fueron desalojados a lugares como Cotorríos. 

Un lugar especial, alejado de otras transitadas y masificadas rutas del parque, de obligada visita e ideal para conocer y recorrer en bicicleta.
Nos resguardamos de la lluvia en los Centenares y, sin esperar demasiado, continuamos descendiendo por un precioso carril-sendero paralelo al arroyo de los Centenares. 
Pasamos junto al cortijo de Cayetano y poco después llegamos al arroyo de las Espumaredas.
Cruzamos el río y acometemos un sendero en ascenso (tramos a pie) hasta que llegamos a un camino y pasamos junto a los cortijos abandonados de las Espumaredas Bajas y las Espumaredas Altas.
Continua la lluvia y en las últimas cuestas nos vemos atrapados por el barro. Menos mal que son solo unos cientos de metros y después de limpiar las bicis en un abrevadero-lavadero podemos continuar la marcha.
Solo nos resta continuar por caminos, bajo una persistente lluvia, llegar a Pontón Alto y, ya por carretera, a Pontón Bajo, completamente mojados y embarrados. Nada que no cure una ducha caliente y unas cervezas frías como colofón a esta dura y espectacular ruta.

Datos prácticos (Etapa 1):
Distancia: 76,5 km
Desnivel acumulado positivo: 2.300 m.
Tiempo en movimiento: 07:00 h.
Dificultad física (Muy alta) y técnica (Alta).
Ciclabilidad: 98-99 %. Tramos puntuales a pie en las proximidades del Banderillas y el arroyo de las Espumaredas.


Etapa 2: Pontones-Venta Ticiano (56,5 Km. 1.600 m D+)
Aparece el sol y empieza a calentarnos mientras damos los últimos ajustes y engrasamos nuestras bicicletas después de la lluvia y el barro de ayer. 
Salimos de Pontones, siguiendo el trazado del GR-247 (Bosques del Sur), por tranquilos carriles, veredas y senderos tapizados por una verde y brillante hierba.
Abandonamos el GR-247, nos desviamos por una carretera hacia Poyotello y, poco antes de llegar a esta aldea, comenzamos el descenso por un técnico sendero hacia la Cueva del Agua y el cañón del río Segura (una avería, la rotura de una tija en este punto, impediría a Salva continuar la ruta a partir de La Toba).

Pedaleamos por este sendero y disfrutamos de la placidez, la tranquilidad y la exuberante vegetación de este rincón tan especial del curso alto del río Segura.  
Después de almorzar y repostar agua en Huelga Utrera continuamos por carretera, en ligero descenso, hasta las inmediaciones de La Toba. Cruzamos el río Segura y comenzamos el largo y continuado ascenso del puerto de Despiernacaballos.
10 kilómetros y 600 metros de desnivel después, nos desviamos hacia el calar de Marchena, todavía en ascenso, por un tramo común al recorrido de la etapa 1. A unos 6 kilómetros giramos a izquierda y, después de un corto descenso, acometemos las fuertes rampas y el duro ascenso al Puntal de las Buitreras.
Disfrutamos de las espléndidas vistas del valle por donde discurre el río Segura y del embalse de Anchuricas y nos quedamos algo más que asombrados del trazado del sendero de Miller hacia el que nos dirigimos.
Descendemos del Puntal de las Buitreras, retomamos el camino que acabamos de dejar y continuamos hasta un collado (Puerto de Marchena). Una vez aquí, comenzamos el sendero de Miller por una ladera de fuerte pendiente.
A un tramo inicial y estrecho, que atraviesa un extenso canchal, le sigue otro tramo que sortea unos roquedos y, después de un corto ascenso, alcanza una punta rocosa junto al Majalón. 
A nuestra, izquierda, en el fondo del valle, el embalse de Anchuricas.
A partir de ahí, comienza una zigzagueante bajada, larga, ciclable, rápida y divertida, de esas que dejan extasiado a todo ciclista de montaña, a la que le sigue un corto repecho, que superamos a pie, para volver nuevamente a la diversión.
En total, han sido 8,6 km de sendero. Sin duda, uno de los mejores senderos recorridos en los últimos años. De esos que no se olvidan y que perduran por mucho tiempo en el recuerdo, al que habrá que volver en otra ocasión. Uno, otro más, de esos senderos imprescindibles de la Sierra de Segura.
Finalmente salimos a un camino y poco después a una carretera asfaltada que discurre por las aldeas de El Collado, Los Atocheros y Miller. Solo nos resta descender, ya por carretera, hasta Las Juntas para superar posteriormente las últimas cuestas y llegar de nuevo a Venta Ticiano.

Datos prácticos (Etapa 2):
Distancia: 56,5 km
Desnivel acumulado positivo: 1.600 m.
Tiempo en movimiento: 05:00 h.
Dificultad física y técnica Alta.
Ciclabilidad: 98 %. Tramos puntuales a pie en las proximidades de la Cueva del Agua, Cañón del río Segura y algunos puntos y tramos del sendero de Miller.

Track completo (etapas 1+2): Aquí.
Alojamientos: 
-Venta Ticiano. Ctra de Las Juntas a Santiago de la Espada. Km 3,5 Tlf. 953 437 761. Trato y relación calidad/precio excelente.
-Pontones. Hotel Ruta del Segura. Tlf.- 953 438 287. Trato y relación calidad/ precio excelente.
-Taxi-transporte de equipaje: Salvador (Miller). Tlf. 689 033 754.


En total, han sido 133 kilómetros de recorrido, con casi 4.000 m de desnivel acumulado, que nos han permitido descubrir y conocer nuevos caminos, senderos, rincones, arroyos, calares, cumbres, valles perdidos, aldeas olvidadas y, sobre todo, experimentar sensaciones, de esas que no pueden expresarse con palabras o imágenes, y solo pueden vivirse mientras recorres estas montañas y paisajes en bicicleta.
Encomiable las ganas y la motivación del pelotón de liebres al que no le asustan los kilómetros, el desnivel, la lluvia, el barro, las cuestas, los repechos o los tramos a pie. Un verdadero placer poder compartir pedaladas, por muchos años, con este grupo de liebres.

Desde este momento, ya en cocina, la próxima edición, la cuarta, de nuestra particular Pedales de Segura, en esta ocasión por los alrededores de El Yelmo y el Puntal de la Misa y a la que esperemos pueda sumarse Juan Ramón. ¿Que nuevos caminos y senderos nos depararán los siempre sorprendentes rincones y espectaculares paisajes de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas?

5 comentarios :

Manolo dijo...

Ruta inolvidable donde el esfuerzo y el placer de pedalear van de la mano, por espectaculares rincones donde difícilmente visitaríamos sin el trabajo de los compañeros que preparan y estudian el camino kilómetro a kilómetro.

Mi agradecimiento a los que dedican su tiempo a organizar este tipo de rutas.

JRChirlaque dijo...

¡Cuánta razón llevas, Andrés! Hay sensaciones que somos incapaces de transmitir con nuestro relato, sí, pero las soberbias imágenes que nos regalas en cada ruta consiguen llevarnos más allá de las palabras. Donde la narración no alcanza lo hacen las imágenes. No me queda ninguna duda de haberme perdido una de las grandes. Una ruta espectacular; unos paisajes tan próximos como no imaginados; el reto colectivo de un grupo inasequible al cansancio, a las dificultades y al desaliento. Solo puedo daros la enhorabuena por haberlo vuelto a conseguir y confesar que me hierven las ansias por volver a ser uno más de la partida y experimentar de nuevo la grandeza de esas excepcionales travesías de Las Liebres.

Pep dijo...

Me sumo a los comentarios de Manolo y JRChirlaque, es de agradecer y de buena costumbre reconocer la labor desinteresada de los ponen a disposición del grupo todo un tiempo para trazar kilómetro a kilómetro los itinerarios de estas aventuras, todo un lujo para satisfacción de todos.
Andrés, me encanta la filosofía de tu comentario:
Una verdadera delicia poder disfrutar de estos lugares en bicicleta de montaña, junto a un grupo de amigos, ajenos al reloj, al cronómetro, a las prisas, al estrés y a las preocupaciones cotidianas. Un tratamiento médico que habría que repetir cada primavera.

ANDY dijo...

Gracias por los comentarios, aunque insisto en lo que ya he dicho en otras ocasiones. El tiempo dedicado a la planificación de este tipo de rutas se ve sobradamente recompensado con la participación en las mismas de un nutrido grupo de liebres. Sin su asistencia, no sería posible la realización y continuidad de estas rutas. Así que, mi agradecimiento a todos los que la hemos hecho posible y hemos tenido el privilegio de conocer y recorrer en bicicleta estos espectaculares lugares.

Pepe Abarca, como bien sabes, al menos en nuestras latitudes, la práctica de la bicicleta de montaña habitualmente se reduce a salidas por las zonas propias de cada uno o a la participación en marchas o carreras de índole competitivo (por otra parte cada vez más masificadas). Sin embargo, este tipo de rutas persigue otros objetivos que podrían englobarse en lo que desde hace ya unos años hemos denominado "turismo BTT". Es decir, descubrir y pedalear por nuevos lugares, habitualmente en un entorno de montaña, a nuestro aire, sin cronómetro, saboreando y fotografiando rincones o paisajes especiales, sin masificación y disfrutando de todas las ventajas y alicientes que te ofrece la bicicleta de montaña para recorrer senderos, cruzar ríos o arroyos y superar tramos no ciclables. En eso estamos y en eso seguiremos.

Aprovecho la ocasión para invitarte a conocer nuestras tierras en la IV Edición de Vuelta al Término de Yecla en BTT, una ultra-marathon, no competitiva, a celebrar el próximo 04/06/16 (puedes ver algunas crónicas y características de anteriores ediciones en nuestro blog).


Eso espero, Juan Ramón, que a la próxima, lo más tardar, puedas unirte al grupo. Hubieses disfrutado y sufrido mucho, tanto como los demás, que de eso se trataba.

Agus dijo...

Hola! Que tal?

Hace unos días intentamos descender por la senda Miller que aparece aquí pero un guarda forestal nos lo impidió.

Nos decía que al ser la Sierra de Segura un parque natural había que transitar tan sólo por las pistas y al ser el descenso a Miller un camino de herradura estaba prohibido.

Una lástima, ya que la senda parece una pasada. Al final bajamos por carretera a la Toba.

Un saludo y enhorabuena por la ruta.