Hoy último martes del mes de
julio, tocaba una de las salidas nocturnas más duras y complicadas en cuanto al
recorrido. De salida la subida al cerro de La Flor, para continuar por la Casa
del Alto, el Canalizo, la Anchura, y como colofón las Ramblas de Panizo, todo
ello por un terreno áspero y duro, en especial las sendas y caminos que
discurren por las Ramblas de Panizo (paintball), que después de las tormentas caídas
a principios de mes están peligrosamente arrambladas y en grandes tramos
desaparecidas.
Pero no todo iba a ser sufrir,
esta noche continuando con el programa de despedida de la temporada ciclista,
que estamos llevando a cabo Los Liebres en este infernal mes de julio, Manolo,
por cuyo campo pasaba cerca el recorrido, ha decidido prepararnos un
avituallamiento de cinco estrellas, para mitigar un poco los calores y la
sequedad del polvo de los caminos y sendas, con el mérito para él que es
reincidente, puesto que hace veintiocho días ya nos obsequió con otro
avituallamiento en su campo. Muchísimas gracias Manolo, no te merecemos estas
sedientas Liebres.
Hoy también se daba otra
despedida, y es que ha sido la última salida nocturna de un martes programada
por el Club, ya que la Junta Directiva decidió centrar la salida nocturna
programada en los jueves, tal como se hacía antes del año 2015. Lo que nos ha
dejado un poco mohínos a los que somos habituales participantes en estas
nocturnas de los martes.
Suma y sigue, ya que remataremos
este largo proceso de despedida de la temporada, con nuestra tradicional fiesta
del mago el próximo jueves. Allí nos veremos.
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