domingo, 26 de noviembre de 2023

2023 GACHASMIGAS 2023

CONVOCATORIA GENERAL. El próximo domingo 3 DE DICIEMBRE a las 10:00 se celebrará el almuerzo anual del CLUB BTT LAS LIEBRES YECLA. La celebración tendrá lugar en casa de nuestro presidente honorífico, Paco Ortuño. Camino de la Boca del Cántaro, S/N. No habrá distinción de menú entre eléctricas y musculares, por lo que se harán gachasmigas para todos. Os esperamos para repetir la foto.
P.D. Para hacernos más fácil la logística, te agradecemos que comuniques tu asistencia en un comentario, whatsapp o email del Club.
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viernes, 1 de septiembre de 2023

LEPUS PYRENAICA

 No hace tanto tiempo, Las Liebres aprovechaban el descanso agostizo para surcar los collados más altos de los Alpes, los Picos de Europa o los Pirineos. Y de paso pastar en sus frescos prados bebiendo de sus fuentes, por las que manan la sidra, la cerveza y, a veces, el agua. Este agosto de 2023, tras un paréntesis demasiado largo, seis liebres seis, con la divisa de Bosch CX, nos hemos vuelto a reunir en los Pirineos para hacer eso que tanto nos gusta: subir con la bici para celebrar la bajada levantando una jarra a la salud de los presentes. Y de los ausentes, que para todos ha de haber.

Las travesías épicas de antaño en nuestras ligeras BTTs han dado paso ahora a rutas circulares en torno a un "campamento base" asistidos por ese amigo que siempre nos empuja en los momentos de flaqueza. Vale que se pierde parte del sabor de la aventura, pero a cambio de una media de pulsaciones razonable para nuestra edad, una logística más sencilla y la compatibilidad con cualquier circunstancia familiar. Cada momento tiene lo suyo. Lo importante es saberlos aprovechar.

 


La primera de las tres rutas es tan sencilla como intensa. Partiendo de Cerler, se accede al Pico de Estibafreda para contemplar el paisaje y volver al punto de partida. La ruta, sacada del Wikiloc, empieza en la piscina municipal de Cerler. Saliendo por un camino de tierra que se torna en fácil sendero, nos dirigimos a la zona de las Tres Cascadas, donde tomamos nota de uno de los sitios a los que debemos volver con más tiempo y mejor calzado para andar. El camino nos devuelve a la carretera asfaltada que sube a la estación de esquí, que llevaremos un par de kilómetros. Tomaremos otra pista que conduce a la cabaña de Ardonés: un refugio de pastores rodeado de vacas y terneros. Hasta aquí, hemos dado cuenta plácidamente de unos 500 metros de desnivel mientras contemplamos el paisaje, charlamos animadamente y saludamos con educación a los caminantes que encontramos.

Llegados a este punto, metemos todo lo que llevamos para tomar un sendero que remonta el prado, o eso decían; porque antes de recorrer 100 metros estábamos los seis empujando la e-bike, parando a intervalos para resoplar como jabalíes, a lo largo de 3 interminables kilómetros, con escasos tramos para ir montados y no exentos de algún paso delicado. Aunque para caerse con la bici no hace falta ni siquiera ir montado: y si no, que se lo pregunten a Marcos. 

Una vez alcanzado el cordal de la sierra, a casi 2500 metros de altura, por fin puedo pedalear. Los árboles desaparecieron tras alcanzar los 2000 metros. El paisaje es casi lunar, y la senda de pizarra disgregada se va empinando cada vez más, hasta llegar a la cima con 2694 metros de altitud: el punto más alto alcanzado jamás en bici por la mayoría de los presentes. Y una de las vistas más espectaculares que se pueden disfrutar: Aneto, Maladeta, Perdiguero y un sinfín de picos nos rodean desde todas las vertientes. Un espectáculo irrepetible que ya no nos tienen que contar.

Para bajar deshacemos el último tramo de la subida, continuándolo por la cuerda hasta las lagunas de Ardonés, de las que solo quedaban dos barrizales cuarteados. El sendero rápido y despejado nos conduce a un empinado bosque donde nos resguardamos del sol abrasador que tuesta las peladas cumbres. Un recorrido casi fiel a la línea de máxima pendiente, que no es poca, apenas deja opciones para paquetes como yo, que me anduve, no sin dificultad, la sucesión de "esbaraores" que desemboca en un sitio que llaman "La Mina", por donde pasa una pista que nos devuelve al punto de partida. No sin antes tomar una última senda, rocosa y peligrosa, que termina en el casco antiguo de Cerler, por donde atravesamos impunemente hasta alcanzar el Bar. Allí examinamos detenidamente los mejores momentos de la mañana registrados en la go-pro de El Renacido, antes conocido como José Ramón.

Un baño en la piscina municipal y todo a punto para buscar un sitio donde comer bajo un calor infernal.

Una ruta de cicloalpinismo que habría que pensarse un par de veces antes de abordar.

 Distancia: 29 km. Desnivel 1700 m. Ciclabilidad 60% (para mí)

Track de la ruta

Para la segunda ruta, nos desplazamos a la cercana Viella, en el Valle de Arán. El único valle atlántico del Pirineo español y un regalo para la vista. Donde quiera que mires ves montañas, bosques y cumbres inalcanzables. Viella es un lugar turístico donde andar en bici por el monte es una de las ofertas que se pueden encontrar. Existe una interminable red de pistas y senderos de  donde practicar desde los paseos más bucólicos hasta los descensos más radicales.  La oficina de información turística del Valle de Arán ofrece un compendio de rutas de todo tipo, coloreadas por su dificultad (como las pistas de esquí) que darían para pasar allí todo el mes de agosto, si nos alcanzase la cartera. Aquí se pueden encontrar todos los recorridos: WEB TURISMO VALLE DE ARÁN

Una ruta de renombre es la denominada Crodos. Fue la elegida para este día. El resumen se repite: larga subida hasta 2250 metros de altura, para bajar 1300 de una tacada. Partiendo del gran aparcamiento junto al río Garona, nos dirigimos a las afueras de Viella, por un transitado, seco y polvoriento sendero que conecta con el Camin de Coma D'auran. Los primeros 18 km de subida son una subida continua y  agradable  a la sombra del bosque, donde no falta de vez en cuando una fuente, una laguna o un mirador. Hasta alcanzar una otra laguna donde paramos para almorzar y disfrutar de unas vistas espectaculares: al fondo, el valle; al frente la cordillera con el Aneto y su desaparecido glaciar. Desde aquí hasta la cota máxima, todavía quedan 7 km de terreno quebrado, con un premio especial en el kilómetro y medio final. Pero esta vez, no es necesario empujar. Siempre y cuando subas con una eléctrica y tengas la suficiente habilidad.




Una nueva pausa para contemplar el paisaje sobrecogedor que nos rodea, buscando con la vista el trazo por el que tendríamos que bajar. Comienza el descenso entre caballos, surcando prados junto a ibones secos, por sendas inciertas donde tan fácil es perderte como volverte a encontrar. Empinadas lomas en las que la senda se oculta a la vista, con la incertidumbre de dónde vaya a desembocar bajo el impresionante balcón frente al embravecido bosque que llena el horizonte bajo la línea blanca de los tres miles que flanquean el Aneto.

Llegando a la cota 2000 los árboles vuelven a llenar el paisaje. La senda se recoge en un zigzagueo sin fin. La bajada entre los árboles se vuelve mucho más técnica, quedando atrás la sensación de vacío de los prados calcinados por el sol que acabamos de abandonar. Cerradas curvas difíciles de dominar, o directamente imposibles cuando son a la derecha, nos llevan, con escasas diagonales de más de 100 metros, la pista que sube desde la aldea de Montcorbau. La senda es ahora limpia y rápida. Baja atajando la pista brindando los momentos más relajados y divertidos para quienes nos tiemblan la piernas cuando perdemos de vista el camino que debemos seguir.

Reponemos agua en la fuente que aparece a nuestro paso y entramos en la parte final, ya casi en en fondo del valle. El calor se ha vuelto sofocante. Pero, por suerte, la senda discurre a la sombra siguiendo el Arroyo de Salient, abriéndose paso por un túnel de vegetación que nos deja en el mismo sendero, todavía más seco y polvoriento, por el que habíamos iniciado la ruta cuatro horas antes.

De vuelta en el aparcamiento de Viella, el frigorífico portátil de El Renacido (que antes respondía al nombre de José Ramón), se convirtió en el auténtico cofre del tesoro, del que salieron unas fresquísimas cervezas con las que celebramos nuestro triunfo: habíamos rebajado en dos horas el tiempo de la ruta sin necesidad de atajar rodando por el prado. 

https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/atb-ruta-50b-trail-enduro-crodos-106005298

Tras debatir, preguntar a los paisanos y echarlo a suertes, la tercera ruta también iba a partir de Viella. Los dos Pacos ya estaban en Yecla, por lo que solo quedamos Patro, Marcos, El Renacido y yo. Desigual cuadrilla para una ruta tan difícil, pero tengo la suerte de gozar de inmunidad absoluta y nunca nadie se me queja cuando los meto en berenjenales sin salida, o me entretengo en las bajadas más de lo razonable. Es algo que tengo que agradecer con sinceridad.

La ruta elegida se titula Gelés. Partiendo del aparcamiento de Viella, llegamos al pueblecito de Gaussac, donde unas empinadísimas calles nos obligan a meter el boost nada más arrancar. Una corta senda nos lleva a la aldea de Casau, donde las calles se empinan todavía más, hasta que alcanzamos la pista del Santet. Y por allí que partimos, subiendo curva tras curva, hasta la ermita del Santet de Cassau por donde pasamos sin santiguarnos y tomamos un bocado a la sombra del refugio. Hasta aquí, 1000 metros de ascensión tras 13 km recorridos.

Tras ver con cara incrédula cómo mis compañeros bajaban el portillo inicial sin inmutarse, comienza la travesía por el prado, siguiendo el nivel del terreno con continuos repechos, bajadas y obstáculos. Avanzando ante el imponente balcón que se desparrama hacia la izquierda con vistas al barranco de Gelés, con su arroyo y caseta al fondo, 150 metros por debajo de nosotros. Cerrando el grupo muy atrás, con más miedo que hambre, oigo una voz que sube. Separo la vista de la senda y llama mi atención la colorida vestimenta de José Ramón que se encuentra quince metros más abajo. ¿Cómo llegó hasta hasta ahí? Mejor que lo cuente él. Pero puedo asegurar que en la mochila no llevaba cuerdas ni paracaídas. Su salida de senda para visitar el prado, en pendiente casi vertical, se frenó milagrosamente por su propia habilidad. Siendo capaz de sujetarse de las orejas para no caerse, quedó el hombre y su montura en un ovillo y enganchados a un arbusto. Milagrosamente el susto no terminó en tragedia, que pudo haber sido. Tras ser atendido por Patro y comprobar que no se había roto nada, y ante la imposibilidad de subir la bicicleta de nuevo a la senda por la insuperable pendiente, José Ramón descendió 150 m por el prado, montado en su bici como si nada, marcándose un KOM imbatible y dando conversación a los senderistas. Al llegar a la Cabaña de Gelés, miró hacia arriba, cambió su nombre por El Renacido y su cumpleaños por el 24 de agosto. Bien lo podemos atestiguar quienes lo vimos.

El resto de la ruta, se desarrolló con la máxima precaución. Lo que pasó, da que pensar.

Como en la ruta anterior, a los prados suceden los bosques y la senda se civiliza.  Tras pasar la laguna llamada Bassa d'Oles, nos adentramos en un auténtico Bike Park, con senderos anchos, rápidos, variantes, saltos que no tomé, y atajos imposibles. En un cruce nos encontramos a El Renacido. Fundiéndonos en un abrazo, pudimos comprobar que estaba entero. Seguimos hasta el final por una resbaladiza senda sobre un arroyo y llegamos de nuevo a Gaussac. Siendo ya la una y con un calor impropio del norte, volvemos al punto de partida, donde el cofre del tesoro nos volvió a premiar con unas cervezas fresquísimas que degustamos junto al río Garona.



https://es.wikiloc.com/rutas-mountain-bike/atb-ruta-41a-trail-enduro-geles-106004645

Tras el baño en la piscina municipal y la comida en un bar de la zona, partió cada cual a su destino, juramentado que lo sucedidio no saldría nunca de nuestros labios sellados. Por temor a que nos retirasen la cartilla de puntos para siempre. Pero antes de llegar al apartamento, ya circulaba el video que filmó la go-pro haciendo tirabuzones entre el cielo y la yerba. Cosas que tienen estos tiempos en los que, si ya no te puedes creer ni lo que ves ¿te vas a fiar de lo que te cuentan?

Gracias a Patro, Marcos y El Renacido por ceder sus fotos y vídeos.

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