Lo primero, dar las gracias a todos. A los que habéis participado en la ruta, a ratos sufriéndola y a ratos disfrutándola. A quienes os habéis quedado con las ganas de hacerla. A quienes os habéis visto en la necesidad de elegir y renunciar. A Paco Sánchez (Saurín) que nos cuidó tanto como a sus nietos y nos acercó bebidas frescas y café para el almuerzo. A Isra-bikes, al que no se le acabó nunca la conversación recogiendo mochilas y repartiendo maillots. A Fernando García Poveda, del Club Rustikbike que nos bienaconsejó en la ruta. A las guías de la Cueva de Don Juan, que nos esperaron con bebidas frías cuando más calor hacia. A Javier Francés y a todo el personal del Balneario de Cofrentes, con mención especial para Juan, que nos aguantó en la terraza con paciencia y buen humor. A todas nuestras mujeres, las que nos acompañaron en el balneario y las que nos permitieron hacer la ruta sin ponernos mala cara. A Andrés, siempre pendiente de cualquier detalle, y Francis que ha sacado el tiempo que no tenía para ejercer, impecable como siempre, su labor de tesorero. Al tiempo, que limpió el polvo de los caminos el día anterior con una generosa lluvia y contuvo los rayos del Sol con una densa niebla hasta la hora del almuerzo. Con la colaboración y comprensión de todos creo que el domingo 29 de julio de 2012 pudimos vivir otra jornada inolvidable. Disfrutando de nuestro deporte al aire libre en la mejor compañía posible.
A las 5:55 me senté en un banco de Los Leones a pasar lista. Desde todas las direcciones aparecieron 33 liebres ojerosas dispuestas a ganarse el almuerzo y la comida del día. Y vaya que tuvieron oportunidad.
A las 6:15, de noche por todo el mundo, partimos por la vía de servicio de la carretera de Almansa esperando al amanecer para dejar el asfalto.
Por la Fuente del Pinar, Casa Almendros, y Los Tres Pinos, nos adentramos en Jódar y disfrutamos del paraje como nunca lo habíamos hecho. Por buen rato nos envolvieron el aroma del monte húmedo y la niebla para ofrecernos uno de los mejores momentos de la mañana.
Nada más cruzar la carretera de Almansa surgió la primera avería. Pero vino hasta bien, porque nos permitió disfrutar del espectáculo del mar de nubes bajo nuestros pies con los montes y los molinos de viento surgiendo de la bruma.
Recorrimos el parque eólico llegando por una vereda de ganado hasta Las Hoyuelas. Una sucesión de pistas, unas malas y otras peores, nos llevaron al Pantano de Almansa. Otra de las imágenes del día.
Atravesamos los túneles bajo la vía y la autovía, el paso elevado del AVE, y, al paso ligero de las liebres, en un santiamén nos plantamos en San Benito, pasando de largo en dirección al punto concertado para el almuerzo junto a la carretera de Alpera, en la urbanización fantasma del Arciseco. A las 9:45, con 15 minutos de retraso, bebidas frescas y café, gracias a Paco que se desplazó allí en coche para llevarlas.
Y, para nuestra desgracia, cuando acabó el almuerzo se había retirado del todo la niebla. El Sol, implacable, iba a ser el protagonista del resto de la jornada.
Disfrutando del paisaje recorrimos en parte la ruta de Montemayor de Ayora. Qué risa las liebres hablando "abonico" para no despertar al aberroncho cuando cruzamos las puertas de un cercado que avisaban de "ANIMALES PELIGROSOS". Los únicos que hay en la zona son los que detentan la propiedad y además pretenden acaparar el disfrute de la naturaleza.
Salimos del cercado y el grupo de cabeza se vuelve a saltar un cruce, el cuarto o quinto de la mañana. Qué ansia viva. Tomamos un rápido y a tramos muy pedregoso descenso que nos brinda un rato de diversión y otro pinchazo. A la sombra de una imponente encina, en la Casa Nueva, reparamos y comemos algo. El calor va en aumento.
Recorremos ahora 1,5 km de la CV-440 y tomamos de nuevo pista hacia la Casa de Don Jesús y las Hoyas de Arona, que, por momentos, nos recuerdan las dehesas extremeñas salpicadas de encinas. Y es que si hay algo que caracteriza esta ruta es la variedad de paisajes y terrenos que atraviesa.
Superado el antepenúltimo collado del día, nuevo descenso y cruce de carretera. Tomamos brevemente la Rambla de la Espadilla de la que salimos por un repentino repecho que ya pica en la piernas de algunos, al que sigue un kilómetro de camino para alcanzar la pista asfaltada que rodea la Muela de Juey, donde la pendiente se suaviza.
El sol y la distancia recorrida empiezan a pasar factura y el equipo de remolcadores del club empieza a tener faena. Un tramo de asfalto nos lleva al Aula de la Naturaleza del Moragete, que los recortes, o la Fórmula Uno, quien sabe, han dejado sin contenido, y su fuente seca. Allí nos encontramos con los colegas del Club Rustikbike de Jarafuel-Jalance-Cofrentes que nos reconocieron. Tras los saludos de rigor iniciamos el recorrido del camino del Moragete a Casa Useros y Zacae, cuyas piedras de punta pincharon otra rueda. A mitad de subida, nos acercamos a la Cueva de Don Juan donde acabamos con las existencias de las cámaras frigoríficas y las patatas fritas. ¡Qué dos cervezas más a gusto me tomé!
Se está haciendo tarde, las averías nos están retrasando y algunos es están poniendo nerviosos. Menos mal que lo mejor estaba por llegar. Porque el descenso de Las Molatas hizo las delicias de todos. Cada uno a su manera disfrutó de una senda clásica en la zona que no se cobró más que un par de revolcones sin consecuencias.
Así llegamos a la orilla del Júcar, que cruzamos, a pie o en bici, sin importarnos que se nos mojasen los pies, sino todo lo contrario.
*
La salida del río a la pista asfaltada liquidó definitivamente más de un par de piernas. Se hacía tarde, había ganas de llegar al destino y el calor era sofocante, con lo que dejamos para mejor ocasión, que llegará muy pronto, los 3,5 km del recorrido por el cañón del Júcar. Una pena.
Con fuerzas ya muy desiguales, el grupo afronta la que sí es la última subida del día, 1,7 km al 4,5% que en otras circunstancias es un aperitivo pero con más de 100 km a las piernas, se atragantó.
Y siendo las 14:30 llegamos al Balneario de los Hervideros de Cofrentes. Allí esperaban algunas de nuestras mujeres y un cuarto con nuestros equipajes y para dejar las bicis. Tras la ducha y el baño reparador en la piscina, las muecas de cansancio desaparecieron de golpe y caras de satisfacción eran las únicas que se podían ver.
Un refresco en la cafetería antes de pasar al comedor.
La comida fue magnífica. Un bufet libre perfectamente surtido en el que las Liebres-Termitas demostraron que los hombres se ven en el comer, y que lo demás es apaño.
La sobremesa en la terraza fue de lo más amena. Cafés, risas, limonchelo y más risas perfectamente atendidos por Juan, que, acostumbrado a la pacífica clientela del Balneario, no se había visto en una así "
ni en la guerra".
Datos de la ruta. (Registrados por Diego).
Hora de salida: 6:17h
Hora de llegada: 14:35h
Tiempo en movimiento 6:00h
Tiempo parado 2:18h
Distancia recorrida: 107,4
Ascensión acumulada 1471 m. (según IBP Index)
Índice IBP: 109.
Gracias a Diego por su track.
Fotos por Francis y Paco Sánchez (Saurín).
Vídeos por Fran.
TRACK DE LA RUTA: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=3142207
TODAS LAS FOTOS AQUÍ: https://picasaweb.google.com/clubbttlasliebresyecla/HERVIDEROS2012?authuser=0&authkey=Gv1sRgCN2Aw9qmkb_H3AE&feat=directlink
TODOS LOS VÍDEOS AQUÍ:http://www.youtube.com/user/LASLIEBRESYECLA?feature=watch