La salida nocturna de esta noche
la venimos llamando los Liebres, desde antes de la fundación del club “Los Tres
Puertecicos”, nombre que yo creo un tanto exagerado, ya que el recorrido en
realidad lo constituyen cuatro calentones, que son las cuatro cuestas, cortas
pero con gran desnivel que se recorren en el mismo.
Hoy ni siquiera ha sido eso, en
una noche de canícula, un nutrido grupo de Liebres (once, esto parecía una
nocturna de 2014) hemos realizado solo parte del mismo. Pido disculpas y
compresión al sector más ortodoxo del club (del que yo formaba parte hasta hace
poco) porque el motivo de la variación del recorrido de hoy, no ha sido el
barro, ni la lluvia, ni ninguna otra adversidad, ha sido un motivo mucho más
determinante y justificado, la cerveza.
La carne de Liebre es débil, si por medio hay
cerveza, entendedlo. Manolo, al que nunca agradeceremos suficientemente su
detalle de hoy, en la salida nos ha sorprendido con la noticia de que nos había
preparado unas cervezas en su campo, aprovechando que el recorrido pasaba
cerca. A partir de aquí hemos partido rapidísimos, no sabemos si por llegar
cuanto antes al ágape, o por el rumor de la entrega de un maillot de líder al
primero en llegar, el caso es que poco después de las diez estábamos en el
campo de Manolo dando cuenta de las cervezas y el aperitivo con el que nos ha
obsequiado, y gracias a ello, con la tertulia y el buen ambiente entre los
compañeros hemos pasado un estupendo y refrescante rato.
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