Cuatro Liebres nos hemos
reunido para hacer la salida nocturna prevista por el Club para hoy, ya que de
antemano teníamos varias bajas justificadas.
Iniciamos el recorrido por
el camino de la Boca del Cántaro, para continuar en agradable y divertida
charla hacia las casas Tallada y Jaime, y poco después afrontar la “larga pero
dura” subida que nos llevaría hasta los Rincones. Subida que ha sido en fechas
recientes reparada al modo tradicional español, es decir haciéndolo a medias,
ya que le pasaron la traílla, pero no la apisonadora, por lo que al esfuerzo de
vencer la fuerte pendiente, había que sumarle el de mantener el equilibrio
sobre bici.
Continuamos por un ondulante
trayecto por los Rincones, y comenzada la bajada, parada para avituallamiento y fotos.
Después continuamos hacia las Casas de la Sin Puerta y del Miedo, para acometer nuestro muy amado camino de Valentejos, “disfrutón” y sufridor a partes iguales, que hoy hemos negociado como liebres en veda.
Después continuamos hacia las Casas de la Sin Puerta y del Miedo, para acometer nuestro muy amado camino de Valentejos, “disfrutón” y sufridor a partes iguales, que hoy hemos negociado como liebres en veda.
En definitiva una bonita y
divertida nocturna, apta para todos los públicos, tanto por el recorrido como
por el ritmo llevado, que hemos realizado en poco más de dos horas, para llegar
a casa cinco minutos antes de las once y media.
Desde aquí animar a todas
las Liebres indecisas para que se sumen a las nocturnas, ya que como antes he
dicho, los recorridos y el ritmo son aptos para cualquiera medianamente rodado,
y además estas nocturnas invernales, de invierno solo tienen el nombre, ya que
estamos disfrutando de unas temperaturas impropias para la época del año.
2 comentarios :
Un recorrido de lo más apetecíble. Y aunque que leer tu descripción es como repetirlo en persona, perdérselo no tiene perdón.!Gran crónica!
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