El pasado sábado por la
mañana nos reunimos un grupo heterogéneo de Liebres y amigos para realizar
la ruta prevista para el día.
Ahora que la temporada de
competiciones se ha acabado, nos han honrado con su asistencia varios
componentes, que hacía meses que no nos acompañaban, ya que estaban inmersos en
las diferentes pruebas de MTB que se disputan por nuestro entorno. Esperamos
que se sumen a nosotros más a menudo.
La ruta de hoy transcurría
por zonas archiconocidas, pero no por ello con menor interés o encanto a la
hora de acometerla.
Al inicio hemos rodado largo trecho por el
Camino de los Aragoneses, así llamado porque era el que durante varias décadas
tomaban los jornaleros de Yecla que iban a hacer la siega a “Tierras Bajas”,
principalmente a la provincia de Teruel, camino que hacían andando. Nosotros lo
hemos dejado a la altura de Los Cardadores, para coger el que va a la Loma de
los Caballos, que pronto abandonamos buscando la Rambla del Cañizar. Después un
despiste y de un tramo campo a través, nos reincorporamos a la ruta prevista
para acometer la subida al Alto de Palpaya, convertido en un paraje triste y
desértico desde que lo arrasó el fuego el año pasado. Coronado éste, después de
un corto trayecto por el ondulante cortafuegos, cruzamos la carretera de
Almansa para dirigirnos a Los Pozuelos, y al poco de pasar la casa que toma el
nombre de la zona, paramos a reponer fuerzas, que ya nos iban haciendo falta,
puesto que la ruta y el ritmo estaban siendo intensos y empezaban a hacer mella
en nuestras piernas.
Las Liebres ya no posan sin cobrar |
Reorganizado el grupo en la
mencionada casa, seguimos por caminos rotos hacia el Cerro de la Cava, para
voltearlo por su fácil y bonita senda, para goce tanto de “senderómanos” como
de ruteros.
De aquí nos dirigimos a Los
Hitos, pasando antes por La Colorá, para hacer un tramo de la Rambla del
Pulpillo. Del tramo previsto, solo pudimos hacer aproximadamente la mitad, ya
que buena parte de ella estaba intransitable por el agua y barro acumulados.
El tramo final de la ruta
recorría el camino de Las Moratillas, y para que nadie se quedara con ganas de
más, se hizo a la velocidad de Márquez y Rossi (pero sin patadas). Finalizando,
al igual que ocurre en los comics de Asterix el Galo, en nuestro habitual y peculiar
“banquete”, donde no canta el bardo, pero igualmente se hacen loas de los
buenos momentos pasados.
P. D.- Anoche nos enteramos
del accidente sufrido por Mónica, mujer de Juan Ramón, creo que es sentimiento
de todas Las Liebres enviarles ánimos y fuerzas para que se recupere y superar
los momentos de bajón. Afortunadamente al final de la tormenta siempre escampa.
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