Esta mañana nos hemos dado cita
en la fuente de los leones un reducido pero selecto grupo de Liebres, para
hacer el recorrido propuesto para hoy. Track elaborado por nuestro, siempre
recordado, compañero Juan Ramón, que es una variante del recorrido que ya
hicimos el pasado 20 de junio, algo menos duro pero en mi opinión más
divertido.
En los primeros compases de la
salida, mientras rodábamos por el camino de la Boca del Cántaro, Patro, Marcos,
Manuel y Francisco, que participaron el domingo en la ultramaratón, han ido
contando anécdotas, pasajes y vivencias de esta dura carrera, para el deleite,
y un poco de sana envidia, de los que les escuchábamos. Después de oírles, me
queda muy clara la impresión que cumplieron con lo que nos gusta a los amantes
de la bicicleta, y que es difícil de entender para la mayoría de la gente: lo
pasaron pipa pasándolas canutas, el sufrimiento gozoso del que tantas veces
hemos hablado.
Al dejar el camino de la Boca del
Cántaro, para dirigirnos hacia la Casa Tallada, se despiden de nosotros Manolo
Lidó y Paco Sánchez, que por diversas obligaciones tenían que hacer la vuelta
más corta.
A Paco, que es el socio activo
más veterano del Club, ya antes de la salida le habíamos reiterado la
enhorabuena por su reciente nombramiento como Clavario de nuestras fiestas
patronales. Personalmente me alegro un montón porque sé lo que esto significa
para él y para su familia, y el anhelo largamente deseado que tenía en
conseguirlo.
Siguiendo con la ruta, una vez
dejada atrás la Casa Tallada, nos hemos dirigido hacia la falda de la Sierra de
la Oliva por caminos rotos, para enlazar, después de atravesar algún que otro
yermo, con la subida del Barranco del Paraíso. Subida que hacemos a un ritmo no
muy exigente, y una vez arriba, cogemos el camino que sube a los molinos, pero
que enseguida abandonamos para tomar a la izquierda la preciosa senda, que en
larga bajada nos lleva hasta la Fuente de Olula, desde allí continuamos por una
ascendente y dura senda que nos dejaría a media ladera de la subida a la sierra
por Los Chotos. Descendemos el camino para volver a la Fuente de Olula, donde
paramos para avituallarnos.
Enseguida continuamos la marcha
para hacer en subida la senda de Olula, que nos llevaría a la Hoya de Catín,
desde donde rápidamente enlazamos con las sendas de Cirote y Los Tanos.
Quiero resaltar que todo el
recorrido hoy lo hemos hecho a la manera que tradicionalmente Las Liebres
hemos realizado nuestras rutas: cada uno va a su ritmo, según sus fuerzas, pero
con numerosos reagrupamientos del grupo para seguir todos juntos. Especial mención
quiero hacer de Pedro, que me ha ido esperando y ha sido mi compañero durante
toda la mañana.
Después de Los Tanos, para que no
acabara el festival de sendas, bajamos la senda del Revolcador, de aquí a Casa
Jaime, y en rápido trayecto nos dirigimos hacía la Sierra del Cuchillo, que
esta vez no eludimos, y tal como estaba previsto tomamos la senda de la
izquierda para subir el muro inicial, y después la más llevadera senda que
corona el collado de la Sierra del Cuchillo. Descendemos por la senda de la
otra vertiente, para coger una serie de caminos “buenamente malos” por la Hoya
de la Mansorrilla, buscando las sendas del Monte de Álvaro, que enlazamos con
la del Cerro Colorado, para finalizar en la Senda de los Jinetes, desde donde
nos dirigimos a tomar otro merecido avituallamiento.
En resumen, un precioso recorrido
de 62 kilómetros con 1.155 mts. de desnivel positivo acumulado, que nos ha
hecho pasar una estupenda mañana.
1 comentario :
Este recorrido es todo un banquete de sendas que hay que degustar con sosiego para no atragantarse. Y por lo que cuentas, Diego, en esta ocasión pudisteis acabar con todos los platos, que no eran pocos. Espero no tardar demasiado en sumarme al festín.
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